capitulo 37

domingo, 20 de junio de 2010 · 2 comentarios

37

 

27 de abril 2010 5:48 p.m

 

-!Tenemos que amarrarla!- dijo Rover.

-No le vamos a quitar su dignidad.- respondio Kano.

-?Que vas a hacer cuando se convierta?

-La matare yo mismo.

-Saca a Karin de ahi. No puede estar con ella.

-Se estan despidiendo, dejalas. Ya viene.

-?Que paso?- pregunto Rover.

-Queria despedirse de sus hijos, le dije que no era posible. Me pidio que le amarrara las manos y los pies, denme sus cinturones.

Ambos se quitaron los cinturones. Karin entro al salon y le amarro pies y manos. Esperaron impacientes el cambio, que se estaba tardando mas de lo esperado.

-Vayan a la puerta, yo me quedo aqui. Cuando pase les grito.- dijo Karin.

-Es peligroso, ven con nosotros.- dijo Kano.

-No, quiero quedarme, vayan ustedes.- Los hermanos regresaron al porton. La puerta del frente no podia cerrarse, y la gente trataba de entrar. Nadie mas trato de cruzar por atras, posiblemente porque tiraron la mesa. Dejaron a Lilia en la puerta que daba al patio trasero, por si se oia movimiento; a Laura con los ninios y los abuelos; a Karin con Cecilia, esperando su destino; y todos los demas en la primera linea de batalla. Entraban uno por uno, y eran eliminados con el hacha. El arma cambiaba de manos para atacar con la misma potencia. No se le daba oportunidad a nadie de cruzar por completo; con medio cuerpo afuera o menos, eran recibidos por la muerte metalica. Tras cada golpe el grupo se cansaba, pero los atacantes entraban con la misma insistencia. Melissa les llevo agua, Rover y Abner la bebieron toda.

-Trae mas, por favor.- pidio Rover. Melissa se fue.

-Emieza a oscurecer…- advirtio Abner- Hay que darnos prisa.

-No podemos abrir la puerta. Prefiero quedarme aqui toda la noche, terminandolos uno por uno.- dijo Kano.

-Voy a ver cuantos hay.- dijo Rover y subio las escaleras.

Cuando Rover regreso, la expresion de su cara lo dijo todo. Sus labios lo confirmaron: “Hay cientos de ellos…”

Seguir luchando era inutil. No podrian deshacerse de todos. Kano no lo creyo, asi que subio a verlo con sus propios ojos. Habia demasiados en el porton y muchos otros se acercaban desde lejos. El ruido los atraia.

-Hay que salir de aqui.- dijo Kano.

-?Como?

-?A donde?

-Siguen llegando. No es posible matarlos a todos. Es hora de irnos.- dijo Kano.

-Tenemos que descansar, no podemos salir asi. Cerremos la puerta y nos vamos en la maniana.- dijo Richard.

-Si no salimos ahora, nos quedamos atrapados.- respondio Kano.

-?Y los abuelos?

-?Y los ninios?

-?Como vamos a salir?

-No lo se. Estoy pensando.- respondio Kano.

-?El patio de atras?- pregunto Richard.

-Tambien hay gente. No esta como aqui, pero no podemos salir por ahi.

-Puedo salir y distraerlos.- propuso Rover.

-No, imposible. Hay mucha gente.- respondio Kano.

-Podriamos abrir las puertas y salir en los coches.- dijo Abner.

-?Y si tantos cuerpos nos frenan? Quedariamos atrapados.- contesto Kano.

-Hay que distraerlos, y salimos en los autos.- propuso Rover.

-Aunque distraigas a la mitad, la otra mitad se quedaria aqui. No es buena idea.- aseguro Kano.

Estaban atrapados, la puerta estaba emparejada, y tenian que considerar a los ninios y a los ancianos. Kano mando a Rover a ver como estaba Cecilia.

-?Todavia no?- pregunto Rover.

-No. Se esta tardando mas de lo esperado. Dice que no siente dolor ni mareo. Ve con los demas, yo les grito cuando pase algo.- respondio Karin.

Richard dijo que podian sacar la gasolina de los autos y prenderles fuego. Kano hablo de una locura: abrir la puerta, dejarlos entrar, el los distraeria desde el segundo piso, y salir por atras.

-Ya esta, sacamos la gasolina de los coches, quemamos a los de atras, dejamos entrar a los otros y nos vamos.- dijo Rover.

-?Y los abuelos?- pregunto Richard.

-Entre todos los ayudamos a brincar. Era el plan inicial para meterlos a la escuela.- recordo Kano.

Richard subio con los abuelos, Abner fue a buscar una manguera para sacar la gasolina, y Rover y Kano se quedaron en la primera linea de batalla. Empezaban a cansarse.

-!Ya esta!- aviso Abner- Tenemos dos botes y medio. ?Los usamos ahora?

-Si, que te ayude Richard. Rover y yo nos quedamos aqui.

Mientras tanto, arriba Karin y Cecilia intercambiaban las ultimas palabras.

-Pense que sucederia mas rapido.- dijo Cecilia.

-Yo tambien. Tal vez no te pase a ti…- mintio Karin.

-Ojala. Ya que no soy un monstruo todavia, ?podrias ir por mis hijos? Quiero despedirme.

Karin lo dudo por un segundo. ?Que mal podria hacer? Estaba atada. Trajo a los ninios. La ninia al ver a su madre amarrada se asusto y apreto a Karin. El ninio corrio a abrazar a su madre.

-!NO!- grito Karin. La abrazo y empezo a llorar. La ninia solto a Karin y fue al ultimo abrazo.

-Van a estar bien… Escuchen a Karin en todo lo que les diga… Portense bien.- dijo la madre en lagrimas- Dejame abrazarlos por ultima vez.

A pesar de que la suplica le partia el corazon, Karin sabia que era demasiado riesgoso soltarla. Se nego. Cecilia se enfurecio y maldijo como bruja. Karin se acerco para retirar a los ninios, pero no la soltaban. Los tres lloraban. Trato de quitarlos a la fuerza, pero no se soltaban. De pronto, uno de los ninios grito. Karin penso que habia lastimado a alguno en el forcejeo, estaba equivocada. Al soltarlos y hacerse para atras, vio sangre en la boca de Cecilia. No tuvo tiempo de pensar, solo jalo al ninio que tenia mas cerca. Desafortunadamente, era el ninio que habia mordido; vio la herida en el cuello. Trato de salvar a la ninia, pero Cecilia ya se ocupaba de su cuello. Karin sintio algo que nunca habia sentido en su vida. Acababa de arruinar tres vidas. Penso en sacar a los ninios de ahi, pero eso solo empeoraria todo. Cecilia estaba amarrada y no podria salir. Los ninios ya no estaban junto a ella, el unico peligro que corrian era inevitable. Bajo corriendo.

-!KANO!- grito Karin en histeria.

-!QUE HICISTE! !TE MORDIO!

-!No! !A mi no! !A sus hijos!

-!ROVER!- grito Kano. No pudo detenerlo.

Rover escucho lo que dijo Karin y subio con el hacha. Karin corrio atras de el, Kano la alcanzo y la detuvo. Abner paso corriendo.

-!LOS VA A MATAR!- Grito Karin en panico.

-Karin… !Karin! !KARIN! !Escuchame! Ya estan muertos.

Kano la solto y regreso a ayudar Richard. Se lo encontro corriendo hacia ellos.

-!Laura!- grito Richard.

-!LA PUERTA!- grito Kano.

Richard regreso en si y fue a la puerta. Todo paso tan rapido, Karin grito, Rover y Abner corrieron, Richard no supo que hacer. Penso en proteger a su hija y se olvido de la puerta. Tan solo eso basto para que una mujer vestida de novia pudiera entrar. A penas se estaba levantando. Kano la golpeo en la cabeza con la varilla y despues se la enterro en la boca. Se seguia moviendo. Agarro a Kano del pie y trato de levantarse. Richard la golpeo en la cara con el martillo varias veces, hasta que dejo de moverse. Dos personas mas, en cualquier momento.

-!ESTAN ENTRANDO!- grito Richard.

Su perseverancia cobraba frutos; tantos hombros por tanto tiempo, habian logrado abrir un poco mas el porton. Tan solo unos centimetros eran suficientes para que que el flujo los sobrepasara; ya no se atoraban. Kano se ocupo con Richard de los que cruzaron. Karin iba a ayudarlos, pero Kano le dijo que no.

-!SUBE POR ROVER Y POR ABNER! !CORRE!

Karin obedecio. Kano y Richard se habian sincronizado para golpear. No tenian oportunidad de fallar, pues el proximo ya estaba levantandose. Si no los terminaban de un golpe certero, la persona de atras atacaria. No tenian derecho a fallar ni a cansarse.

Karin subio y los vio peleando. Atras estaban los cuerpos inmoviles de la familia que ella habia asesinado.

-!Estan entrando! !La puerta se abrio!

Ambos comprendieron de inmediato que tenian que bajar. Rover corrio mas rapido que Abner. Llego a la puerta y se puso al lado de su hermano. Abner se puso al lado de Richard. Antes de que diera el primer golpe, Kano le indico que quemara a la gente del patio de atras para que pudieran salir, y le dio su encendedor. Abner se nego y le dijo a Kano que el podria detenerlos por mas tiempo. Kano no estaba convencido, pero no habia tiempo para discutir. Tomo los botes con gasolina y fue al patio de atras. No habia mesas ni escritorios para treparse. Dejo los botes y subio por dos mesas. En una de las mesas puso un bote, y se subio en la otra. Era dificil trepar y sujetar el bote. Trito un poco de gasolina en el intento. Salio corriendo.

-!Karin!- grito Kano desde la entrada.

Karin los estaba ayudando. Dejo el martillo y corrio hacia Kano.

-!Subete a la mesa y pasame el bote!

Estando arriba era mas facil sujetarse y subir el bote. Habia veinte personas amontonadas. Logro vaciarlo del otro lado, tratando de mojarlos a todos. Karin le paso el otro bote. Kano le dijo que habia otro bote en el otro patio. Karin lo trajo de prisa y se lo paso. Kano vacio casi todo el contenido y guardo un poco para mojar su playera.

-!Que haces!- pregunto Karin.

-Toma, prendela tu y avientala del otro lado. Yo me salpique los pantalones.

Karin subio, prendio la camiseta y la arrojo. Las voces que antes se oian emocionadas y ansiosas, cambiaron su alegre tono por uno mas negro. Kano penso que al ser la segunda vez que oia la tortura, el impacto seria menor. Estaba equivocado. Talvez porque fue Karin quien arrojo la playera, la culpa fue menor. Sin embargo, los gritos de dolor escarbaban por su espalda y desgarraban todo su ser. Karin se puso muy nerviosa y resbalo, Kano la ayudo a levantarse, pero volvio al suelo.

-?Estas bien?

-Si… mi tobillo… me torci el tobillo.

Kano estaba furioso. Era el peor momento para lastimarse. No era culpa de Karin, pero no podia disimular el enojo, la desesperacion y la impotencia. Karin se sentia culpable.

-Con cuidado, yo te ayudo.

La ayudo a caminar. No era nada serio, algo lejos de una fractura, pero no podia apoyar el pie por completo.

-Me quedo aqui, ve por los demas.

-?Puedes ir por los abuelos y por los ninios?

-No, me duele mucho. Perdon.

Kano no tuvo tiempo de consolarla ni decir alguna mentira como “Todo estara bien”. Si tenian que salir corriendo, Karin no lo lograria. Salio al patio a ver como estaban en la puerta. Los contenian, pero se les acababan las fuerzas.

-!Voy por los abuelos y los ninios! !Cuando te grite, abres la puerta y los dejas entrar! !Corren al patio de atras y el ultimo cierra la puerta!- informo Kano, sin dejarles tiempo para opinar. Subio por los abuelos y los ninios.

-?De verdad crees que podremos correr?- pregunto el abuelo.

-Yo ni siquiera voy a poder brincar la barda.- comento la abuela.

Tenian razon. En solo unas horas, el grupo seria reducido a la mitad. Afuera, los que quedaran tendrian pocas esperanzas. De pronto, salir no era la opcion indicada. Simplemente no podria dejar atras a Karin. Fue al patio trasero, abrazo a Karin y la beso. Se quedo un momento y fue por Rover y los otros.

En la linea de batalla, los soldados perdieron la moral y se dieron por vencidos.

-!Salvate tu muchacho! !Vete con Richard! !Yo los detengo!- grito Abner.

Estaban exhaustos. Por uno que caia entraba otro. Sus golpes perdian fuerzas y los nuevos invasores tenian la disposicion al maximo.

-!ROVER! !VAMONOS!

Sin pensarlo, corrieron hacia el patio de atras. Rover llego primero y se espero en la puerta con su hermano. Entro Richard y al final venia Abner. Tan solo un segundo basto para que dos entraran y se pusieran justo detras de Abner. Detras de ellos muchos otros. Rover jalo a Abner y Kano detuvo a un joven punk de una patada. Cerraron la puerta. La multitud golpeaba la puerta. Kano se subio y vio que quedaban varios de pie, otros todavia se movian en el suelo.

-!Ve por los abuelos! !Nosotros nos encargamos!- grito Abner.

El ruido de la puerta era tenebroso, si seguian golpeando la iban a tirar. Kano se subio al segundo piso y trato de llamar su atencion arrojando los libros que quedaban, un par de sillas y haciendo ruido. Funciono, se alejaron de la puerta y se amontonaron a sus pies. Parecian ninias idolatrando al cantante del momento. Todos lo aclamaban. Se hizo para atras y siguio arrojando lo que tenia a la mano. Corrio al patio de atras y se brinco con los demas.

-!Y los abuelos!- grito Rover mientras pisaba el craneo de un ninio que trataba de levantarse.

-!VAMONOS!- grito Kano.

-!DONDE ESTA MI ESPOSA!- grito Abner.

-!Se van a quedar en la escuela! !Nosotros conseguimos otros coches y gasolina y luego regresamos!- dijo Kano.

Abner estaba furioso, ese no era el plan, si es que habia habido uno. Kano insistio, pero nadie queria dejar a los de la escuela atras. Kano les explico brevemente lo que habia acordado con Karin: los hombres salian y exterminaban la plaga de la escuela para que los abuelos, los ninios y la mujer herida pudieran salir, de otra forma seria imposible. No estaban de acuerdo, pero parecia lo mas sensato en ese momento. Corrieron lo mas lejos que pudieron de la escuela.

capitulo 36

domingo, 6 de junio de 2010 · 1 comentarios

36

 

-!Dejame subir!- grito Rover.

-!No! !Todavia no!- dijeron los de arriba.

En unos minutos Abner le hizo una senia con la mano. Rover subio. Richard y Kano tambien cambiaron. Llevaban quince minutos y no habian matado ni siquiera a diez.

-No esta funcionando. No pueden entrar. Nos estamos cansando nada mas.- dijo Rover.

-?Cuantos llevas?- pregunto Kano.

-No se… como cuatro.

-Mmm… yo llevo dos. Hay que abrirla un poco mas.

-!No! Hay que cerrarla y a volverla a abrir.- dijo Rover- Podriamos abrirla mas de lo suficiente.

-No es posible cerrarla de nuevo.

-Si, empujamos con el coche.

-Podriamos daniarla, y si no cierra, esta todo perdido. Movamos este coche unos centimetros para atras, y si esta bien el espacio, entonces movemos este que impide el paso.

-No. Tal vez si puedan pasar. Si dejamos de luchar, tal vez consigan entrar.

-No esta de mas probar.- respondio Kano.

En el siguiente cambio, no golperon. Abner y Richard se metieron a ayudar.

-!No! Esperen. Queremos ver si pueden pasar o no.- dijo Rover.

Una seniora gorda era la siguiente. No iba a pasar. Kano le pico la cara y Rover cubrio a Kano. La gorda cayo. El siguiente era un hombre joven de cuerpo promedio. Nadie lo ataco y este, con muchos esfuerzos, pudo pasar la cabeza. Se quedo atorado. Con un brazo trataba de agarrarlos, el otro brazo estaba del otro lado todavia. Se tardo un poco, al final paso medio cuerpo. La gente de atras no lo dejaba subir. Todos empujaban para meterse. Rover le pateo la cara y luego le enterro el hacha en la frente. El cuerpo cayo y se extendio en el escritorio. Una mujer trataba de entrar.

-!Funciona!- grito Kano emocionado.

La esperaron pacientes. Cuando metio un brazo, Kano solto la varilla y la sujeto. La jalo. El otro brazo de la mujer estaba todavia afuera. La ayudo a meterse y cuando la cabeza entro, Rover golpeo con el hacha. Abner, Richard, Karin, Melissa y Cecilia, celebraban la posible victoria. Despues de ocho personas, Kano y Rover se veian cansados, aun asi no querian cambiar todavia. Esperaron a que diez personas mas entraran, cambiaron. Abner y Ricardo hicieron lo mismo que ellos. Su plan estaba funcionando.

-Se estan amontonando en el suelo y no pueden pasar.- informo Abner.

-No importa. Espera a que entren.- dijo Rover.

-!KANO! !SE METIERON AL PATIO DE ATRAS!- grito Karin.

-?Que dices? ?Como sabes?

-!Mira!- Karin senialo hacia arriba. Era Laura la que le habia informado a Karin.

-?Estas segura?- grito Kano.

-!Si!- respondio Laura desde arriba.- !Hay cuatro! !Otros intentan treparse tambien!

-?Que hacemos?- pregunto Rover.

-Nada. Aunque intentaran todos no podrian tirar la puerta. Aqui nos quedamos.

-?Que pasa?- pregunto Abner al cambiar.

-Nada, no te apures. Tu a lo tuyo respondio Rover.

La masacre continuo por media hora. Las parejas pedian cambiar con mas frecuencia. Tenian que golpear tres o cuatro veces para matarlos; sus golpes perdian fuerza.

-!Bajate!- grito Cecilia.

-!Que! !No!- respondio Rover.

Cecilia lo jalo y lo tiro. Le arrebato el hacha y se subio. Kano queria ver que sucedia, pero no podia perder la vista de la puerta. Una mano lo aparto y vio el hacha enterrarse en el hombro y luego en la cabeza.

-!No! !Cecilia! !Que haces! !Quedate abajo!- grito Kano. Cecilia lo ignoro.

Karin siguio la iniciativa y trato de bajar a Kano. Como no pudo, agarro martillo y cuchillo, y se subio al escritorio. Era toda una carnicera, Kano jamas lo hubiera imaginado. Melissa queria ayudar, pero sabia que no tenia la fuerza fisica ni el coraje para hacerlo. Se quedo observando, a la espectativa de que alguno se les colara.

-!No lo golpees! !Agarrale el brazo!- ordeno Cecilia. Karin solto sus herramientas y sujeto el brazo enemigo.

Los cuatro hombres estaban sorprendidos. Las mujeres eran igual de eficaces que ellos. Rover bajo a Karin y ocupo su lugar. Karin se resistio, pero todos le dijeron que tenia que descansar. Cecilia no se detenia, pegaba como Abner. Quien lo hubiera dicho.

-!Ya! !Cambio!- le gritaban todos. Cecilia era imparable. En pocos segundos perfecciono la tecnica. Ya no fallaba; en la frente y en el centro de la cabeza. Desquitaba su miedo y su coraje con los desconocidos. Tantas noches en vela. Las lagrimas de sus dos hijos. La impotencia de no poder hacer nada ante el holocausto. Todo se junto en su brazo y se expreso en el golpe. Ellos cambiaron dos veces, y la dejaron arriba hasta que sus golpes se volvieron torpes.

-!Tranquila! !Soy yo!- le grito Abner al cubrirse de sus golpes.

El rostro de Cecilia no era el de ella; se habia vuelto una hembra que protegia a sus crias. Se dejo llevar por el instinto. Tardo unos minutos en volver en si. Karin le dio la mano.

-!De pie mujer! Somos las siguientes.- aviso Karin. Cecilia confirmo con un movimiento de cabeza.

Entre tres parejas el ritmo volvio a la normalidad. El tiempo para descansar los musculos era preciso. Soportaron asi un rato. Las mujeres trabajaron igual que los hombres. Ellas estaban euforicas, y ellos fascinados. La siguiente vez que se subieron, Karin pidio estar al frente. Dos o tres golpes eran suficientes para que el intruso desistiera.

-!Cuantos son!- pregunto Karin.

-Son muchos. No te detengas. !Cambio!- dijo Rover.

-!Suficiente! !Mueve el coche para adelante!- grito Kano.

-!No! !Subete!- respondio Rover.

-!Que lo muevas!- ordeno furioso. Rover obedecio.

-!No puedo!- grito Rover desde el coche.

-!Acelera al maximo cuando te diga! !Despues pones el freno de mano!- grito Abner. Se subio al coche de atras.

Abner dio la orden y Rover arranco. La puerta se hubiera cerrado si no fuese por el medio cuerpo del suelo y por los tres brazos que quedaron machucados.

Nadie mas pudo pasar.

-!Van a entrar!- grito Karin.

-No.- respondio Abner- Esos se quedaron atrapados, no pueden entrar.

Abner agarro el hacha, la puso sobre el escritorio y lo hizo a un lado. Tomo el arma y remato al cadaver del suelo. Despues rebano los tres brazos. Un par de manos trataron de alcanzarlos. Karin le quito el hacha a Abner y casi corto uno; el brazo quedo colgando, sujetado solo por un pedazo de piel. Rover le pidio el hacha y Karin se la dio. Rover se quedo en la puerta, cortando dedos y algunas manos. Aun sin las articulaciones, querian entrar. No tenian nada que sujetar. Todavia tenian la sensacion de poseer la mano. Rover machaco todo lo que cruzo por la brecha.

-?Crees que resista?- pregunto Rover.

-No lo se. Ahora lo que me preocupa es el patio de atras. Voy a subir a ver como esta el otro patio, ahora vuelvo.- dijo Kano.

Cuando regreso, les dijo que habia siete personas en el patio trasero. Corrian por todo el patio, golpeaban las paredes y se golpeaban entre ellos. Nadie mas intentaba subir. Probablemente habian tirado la mesa. Abner propuso abrir la puerta un poco y trabarla con un escritorio, para acabarlos uno por uno.

-Dejame probar algo antes.- pidio Richard- A lo mejor no necesitamos arriesgarnos.

-?Que quieres hacer?- pregunto Kano.

-Ayudame con este escritorio, los demas quedense aqui.- instruyo Richard.

Richard y Kano subieron un escritorio hasta la azotea. Desde lo alto, le pidieron a Karin y a Melissa que golpearan la puerta para atraer su atencion. Regresaron al otro lado y vieron como todos corrieron al mismo momento hacia los golpes. No sabian que habia una puerta, con los golpes se enteraron. Golpearon y araniaron la puerta. Karin y Melissa se asustaron y huyeron de ahi.

-!A la de tres!- dijo Richard.

-Esperate, esperate; mas para aca.- dijo Kano. Contaron hasta tres y empujaron el escritorio.

Se escucho un ruido estrendoso. Se asomaron con cuidado, pechotierra. Habia tres personas mirando hacia arriba, los otros cuatro estarian en el suelo.

-!Vuelvan a golpear!- grito Richard- !Y griten tambien! !Necesitamos que esten pegados a la puerta.

-!No! !Esperense! !Vamos a bajar!- grito Kano.

Kano le dijo a Richard que necesitaban otro escritorio. Richard se sintio un poco ridiculo al olvidar que solo habian subido un escritorio. Al verlo apenado, Kano le puso una mano en el hombro y lo felicito por su ocurrencia. Dijo que gracias a el nadie tendria que arriesgarse en la puerta. Richard recobro su orgullo. Subieron otro escritorio y les gritaron. Los cuatro de abajo no se fieron esta vez. Miraban hacia arriba y no se acercaron a la puerta. Sabian que era una trampa. Desde arriba cayo otro escritorio. Al verlo caer, corrieron lejos de ahi.

-!Maldicion! No son tan tontos como crei.- dijo Richard.

-De alguna forma u otra… no te preocupes por eso. ?Puedes tirarlo tu solo?

-Si, ?por?

-Voy a bajar y los voy a detener en la puerta. Cuando los veas pegados a la puerta, avientas el escritorio.

-Si, con cuidado. Atora la puerta con un escritorio y que te ayuden dos personas mas.

-No, no podemos descuidar la otra puerta. Tu preocupate de centrarlos, cuando los veas pegados a la puerta lo avientas.- dijo Kano.

Kano bajo de prisa y analizo la situacion: Rover y Abner ocupandose de los brazos, atras Karin, Cecilia y Melissa. No quiso pedirle ayuda a nadie; queria medir su hombria respecto a los otros tres. qui

-?Que hacemos?- pregunto Lilia.

-?Que hacen aqui? !Subanse!- dijo Kano.

-No. Ricardo nos dijo que nos necesitaban aqui. ?Que hacemos nosotras?- pregunto Laura.

-Tenemos que detener la puerta. Voy por un escritorio.- dijo Kano.

-Nosotras lo traemos.- se anticipo Lilia. Subieron antes de que Kano pudiera decir algo. Regresaron con el escritorio.

-Solo tenemos que impedir que pasen. No creo que puedan empujarnos a los tres y al escritorio.- explico Kano.

Se pusieron en posicion y abrieron la puerta. La puerta se abrio un poco y de otro golpe se abrio otro poco. Todos se sorprendieron al ver lo facil que habia sido. El suelo liso los habia traicionado. No contaron que era facil resbalar por esa superficie.

-!CARAJO! !VAN A ENTRAR! !ROVER! !ABNER!- grito Kano asustado.

La puerta se abria un poco mas tras cada embestida. Los tres empujaban el escritorio, pero no podian apoyarse bien para hacerles frente. Una puberta de trece anios seria la primera en entrar. Tenia medio cuerpo ya dentro. Detras de ella varias manos anticipaban el fin. Cecilia fue la primera en llegar. Pudieron recuperar un poco el control, pero ya era tarde. La ninia estaba dentro. Un hombre robusto, con medio cuerpo dentro, seria el siguiente. Se hoyo un trueno en el patio trasero. Kano se avalanzo sobre la ninia y le aplico un candado al cuello. Cecilia fue sobre el musculoso que acababa de entrar. Kano domino a la ninia con relativa facilidad. Termino sobre ella, azotandole el rostro contra el suelo. De reojo vio a dos personas en el suelo, se aseguro que la ninia no se moviera y se avento sobre los otros dos. Era Cecilia y un hombre de pantalon de mezclilla y sin playera. Era mas alto que Kano y se notaba que pasaba largas horas en el gimnasio. Cecilia boca arriba y el hombre encima de ella. Karin y Kaura ayudaban a Cecilia, pero la fuerza del vikingo era superior. Antes de que Kano se prensara de su cuello, Cecilia logro quitarselo de encima. Lo jalo y lo sujeto del cuello. Cecilia seguia boca abajo y el hombre encima de ella, pero no podia librarse de la llave al cuello. Kano saco su cuchillo y cerrucho el cuello, por debajo de la nuca. El hombre dejo de luchar.

-!Estas bien!- le preguntaron todos.

-Si, si… ?Ya no hay nadie en el patio?- pregunto Cecilia.

-Voy a ver, haganse para atras.- dijo Kano. Abrio la puerta, con el cuchillo listo, y no vio a nadie. El segundo escritorio habia terminado con el resto. Dos todavia se movian, pero eran indefensos. Kano los iba a rematar, cuando Karin lo detuvo.

-!Espera! !No se van a levantar! !No los mates!- grito Karin al sujetarle el brazo a Kano.

-No es gente normal Karin… tu no entiendes…- respondio Kano extraniado ante el repentino humanismo de Karin.

-Lo se, solo quiero conservar estos dos con vida. Los amarramos o lo que sea, pero quisiera hacerles unas pruebas.

Kano comprendio. No seria mala idea tener dos heridos amarrados. Podrian aprender algo de ellos. Fueron al otro patio. Las cosas estaban “tranquilas”. Habia diez brazos y un par de manos intentando agarrarlos.

-No pueden pasar.- informo Abner- No cabe ni la cabeza de un ninio.

-!Cecilia! !QUE ES ESO!- grito Rover en panico.

-No es nada, estoy bien. No te preocupes. ?Donde me quieres?- pregunto Cecilia y levanto su arma.

Una circunferencia roja, en un costado, a la altura del ombligo, rompia con el patron de laa blusa amarilla de Cecilia. Rover saco su cuchillo de la funda y miro a Cecilia a los ojos. Kano logro arrebatarle el cuchillo.

-!Que haces!- grito Kano.

-La mordieron… sabes lo que tenemos que hacer…- contesto Rover.

-!No! !Espera!- grito Kano.

-Cecilia, ?te mordieron?- pregunta ingenua de Karin.

-Si… cuando lo sujetaba del cuello. Senti que me mordio y el dolor me dio la fuerza para quitarmelo de encima.

-Pronto te convertiras en uno de ellos…- aviso Karin y una lagrima escapo corrio por su mejilla. Cecilia miro para abajo, se descubrio la herida y suspiro.

-Lo entiendo. Todo sea por mis ninios.- volteo a ver a Rover- asegurate que me mates de un solo golpe, no quiero sentir nada.

Cecilia se hinco y ofrecio su cabeza. Rover miro al grupo pidiendo consejo. Kano intervino.

-No. No es necesario.- dijo Kano.

-!Si! !Claro que si! No quiero hacerle danio a mis hijos. Tampoco quiero terminar como esta gente. Hazlo rapido. Tienes mi bendicion.- le dijo a Rover mirandolo a los ojos, sujetando sus mejillas y al final le dio un beso en la frente.

Abner le quito el hacha a Rover y le pidio perdon a Cecilia. Cecilia le dio la misma bendicion y se agacho.

-!Que no! !No somos asesinos! !Todo lo que hemos hecho ha sido en defensa propia!- insistio Kano.

-!Tenemos solo unos segundos Kano! !Que te pasa! !NOS VA A MORDER A TODOS!- grito Rover.

Al ver la duda general. Cecilia agarro un cuchillo y lo dirigio hacia su garganta. Abner la detuvo y cayo encima de ella. Forcejearon y Cecilia grito. Al darse por vencida, su llanto rocio los corazones marchitos de todos los presentes.

-!Por favor! No quiero ser como ellos… por favor…- insistio Cecilia.

-Tranquila, todo va a estar bien.- dijo Karin y la abrazo.

capitulo 35

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35

-!No! !Dejalo!- grito Kano.
-!Sueltame!- grito Rover. Abrazo el cuerpo.
-!Esta muerto! !Vamonos!- grito Kano. Se acerco a Rover.
Rover lo golpeo entre el pecho y el abdomen. Kano se detuvo. Rover abrazo a Gibran y no pudo controlar el llanto. Kano se aseguro de que los otros tres no se levantaran. Le dio un momento para despedirse.
-Dale en la cabeza; que no se levante.- dijo Kano con voz fria.
Rover abrazaba el cuerpo en lagrimas. Kano le ordeno con la mirada darle con el hacha en la cabeza. Rover obedecio. En el centro de la cabeza, en la frente, a la mitad de la nariz y de nuevo en el centro de la cabeza. La sangre salpicada brindaba un efimero alivio al martirio de Rover. Era su culpa. El le habia permitido jugar a los valientes, y perdio; ambos perdieron. Se dio cuenta que desde hacia rato habia adoptado otra cara. El caos sacaba de cada persona lo mas negro. De Rover la tortura, de Kano el autoritarismo. En ese momento hostil lo vio todo tan claro. A la mierda todo.
-!JODETE! !ME CAGO EN TUS MUERTOS!- le grito Rover.
-!ES MI CULPA Y AQUI ESTOY!- acepto Kano- !QUE VAS A HACER!
Rover se avalanzo sobre el. Kano no puso resistencia. Rover desato su ira en el rostro de su hermano. Kano lo gozo. Cuando el impetu de los punios perdio la euforia Kano lo provoco con un cabezazo. Rover recobro la furia y sintio pavor. Kano sonreia, con sangre entre los dientes.
-!Cabron!- dijo Rover alejandose de su hermano.
Kano contesto con una carcajada. Rover lo ayudo a levantarse, le sujeto la cabeza y le profino un beso apasionado. Rover lo miro con la mirada perdida, estaba en trance. Kano lo abrazo y lo dirigio a la salida.
-!Rapido!- dijo Kano.
-Perdon…- dijo Rover.
-!Apurate!
Salieron. Abner estaba en un coche y Richard en el otro. Kano se subio con Richard, y Rover con Abner. Pedal hasta el fondo. Ninguno de los cuatro hablo en todo el camino. Abner vio una colegiala gorda y paso por encima de ella como si no la hubiera visto. El golpe desvio al auto del rumbo y casi provoca un accidente. Rover gozo de la adrenalina del momento y no se quejo. Llegaron a la escuela. La alfombra de cadaveres calcinados los recibia, festejando su derrota. Los aplausos silenciosos martillaban sus oidos. Tocaron el claxon, la puerta se abrio. Pasaron lentamente por los cuerpos, moviendose tras cada uno. Entraron.
-!Ay! !Que pasa!- pregunto Karin confundida. Nadie, ni siquiera Kano, le hizo caso. Kano se encerro en un banio, Abner y Ricardo subieron a ver a los demas, y Rover no se veia por ningun lado.
-!Que te pasa! !Dime algo! !HABLAME!- suplico Karin. Kano no respondio, solo se oia un chillido infantile.
-Perdon…- respondio Kano.
-!Donde esta Gibran! !Kano! !DONDE ESTA GIBRAN!
-Esta muerto.
Karin se hizo para atras y se tiro al suelo. Se llevo las manos a la boca y acompanio a Kano en sus lagrimas; ahora lo entendia.
-Abreme.- ordeno Karin. Kano obedecio. Karin lo observo, estaba deshecho. Kano extendio sus brazos, Karin lo acepto. El abrazo duro media hora. Cada uno combatio sus demonios y perdio la batalla. Todo estaba perdido.
Arriba, Abner, Ricardo y los demas discutian.
-Vamonos.- insistia Abner.
-?A donde? !Por que!- pregunto Lilia.
-Callate. Agarra tus cosas. Nos vamos.
-Esperate, tranquilizate por favor.- dijo Ricardo.
-!No me toques!- grito Abner amenazandolo con el hacha.
Lilia empezo a llorar y se salio del salon. Abner le grito y fue tras ella. Se encerro en el banio.
-!VETE!- grito entre sollozos.
-Abreme, por favor.- dijo Abner. Lilia no podia hablar. Comprendio que la habia asustado y se salio.
Regreso al salon y solo estaban los abuelos. Al verlo, sus caras se llenaron de terror. Abner se acerco para hablar con ellos. Se abrazaron y cerraron los ojos. Abner se dio cuenta que se habia vuelto un monstruo. Fue a la azotea.
-!Kano! !Kano!- gritaba Melissa. Karin salio.
-?Que pasa?- pregunto Karin.
-!Rover salio! !Le dije que habia gente en el patio de atras y se brinco!
Kano fue al coche por la varilla y un martillo. Fueron al patio de atras. Kano subio por los escritorios y lo que vio le exprimio el estomago: Rover estaba en el suelo forcejeando con dos personas y muchos otros lo rodeaban. Cruzo la reja y grito para llamar su atencion. Algunos se dirigieron hacia el, otros se quedaron con Rover. Kano levanto la varilla con ambos brazos y golpeo el craneo de un anciano. El pico se hundio en el centro. Rapidamente, puso un pie en la espalda y jalo. Tenia a uno en cada lado y a dos acercandose de frente. Jalo al de la izquierda y lo avento hacia el de la derecha. Con una patada alejo a uno de los del frente y al otro le enterro la varilla en el cuello. Jalo y desgarro un tercio del cuello. Enterro la varilla en el ojo y sacudio la varilla para destruir por dentro. Sintio unas manos atras y de un movimiento veloz se libero. Dio media vuelta y saco el martillo y golpeo a un albanil en la cabeza. Otros se acercaban de lo lejos. Miro a la bola encima de su hermano y corrio hacia alli. Tacleo a un hombre y a una mujer, grito con todas sus fuerzas.
-!AQUI! !AQUI!
La mitad volteo. Rover se puso de pie y le grito.
-!AUXILIO!
Nunca habia visto a su hermano tan asustado. Kano solto martillazos hasta que le dolio el brazo, pero eran demasiados. Empezaba a darse por vencido. Por atras dos personas lo pasaron corriendo. Abner y Richard abrieron paso para que Rover pudiera salir. Cuando lo agarraron, Kano golpeo con la varilla a los que estaban detras de ellos.
-!Corramos!- grito Kano.
-No, ya estamos aqui. Terminemos con ellos.- dijo Abner.
Rover no reaccionaba, estaba muerto de miedo. Abner lo sacudio y le dio una bofetada.
-!Regresa a la escuela!- le ordeno.
-Perdon…- dijo Rover.
-!Rapido!- grito Abner.
De un movimiento veloz, Rover empujo a Abner con una mano y saco el cuchillo con la otra. Lo enterro en la mejilla de una mujer desnuda de cabello largo. Era una mujer de senos grandes, probablemente cirugia plastica, y un cuerpo envidiable. Su rostro habia sido hermoso, hasta que Rover lo deformo con el hoyo de la mejilla. Abner volteo y la golpeo en la cara y en la cabeza con el martillo.
-!El hacha!- grito Rover y senialo el lugar donde lo habian atrapado.
Entre los cuatro rechazaron el hacha y al ver que sus esfuerzos por limpiar la zona eran en vano, Abner grito que regresaran a la escuela. Uno a uno treparon por la mesa y Abner los cubrio. Subio al ultimo.
-?Cuantos son?- pregunto Kano desde el patio.
-Cinco, diez, diez y diez… tres, diez, quince… y siguen llegando.- informo Abner.
Kano subio par a ver. Las cuentas de Abner se habian quedado cortas. En el muro habia una multitud; veinte personas como minimo, treinta acercandose tranquilamente y otros muchos corriendo.
-?Te mordieron?- pregunto Richard.
-No… no se. Creo que no.- respondio Rover. Kano se acerco y lo reviso. No tenia nada.
-Estas bien. ?Por que lo hiciste? ?Que estabas pensando?- pregunto Abner.
-Estaba enojado. Nos quitaron a Gibran… queria desquitarme.- explico Rover.
-La comida que hay solo alcanza para hoy. ?Salimos nuevamente?- pregunto Richard.
-Si. Vayamos en media hora.- respondio Kano. Una mujer trepo la reja y gritaba desde arriba.
-!Rapido! !QUE NO CRUCE!- grito Abner.
Abner y Rover se subieron sin dudarlo. Kano y Richard los siguieron de cerca. Trataban de tirarla. A su lado, un hombre con el rostro lleno de heridas trataba de subirse tambien.
-!No puedo!- grito Abner- !Traigan destornilladores!
El hacha era inservible tras el enrejado. Rover trato con el martillo y luego con el cuchillo. El cuchillo pasaba con dificultad, pero a falta de fuerza no se enterraba. Kano le paso la varilla, esta tampoco entro. El hombre subio a la misma altura que la mujer, y dos pares de manos se sujetaban de la parte inferior de la reja.
-!Van a cruzar!- grito Abner.
Richard llego con destornilladores. Lano y Richard se ocuparon de las manos, y Abner y Rover de los dos de arriba. Picaron los dedos y al soltarse con una mano empujaron al mismo tiempo. La mujer cayo. Picaron al hombre y empujaron.
-!Se estan subiendo por la mesa!- grito Abner- !Tenemos que tirarla!
Un par de personas mas subieron. Los que acercaron su cara demasiado a la reja fueron alcanzados por el filo del destornillador. Los que lograron esquivarlo no pudieron sostenerse mas. Alguno tiro la mesa por accidente. No la volvieron a levantar.
-!Revisen la otra puerta!- ordeno Rover. Kano y Richard fueron en seguida.
Karin salio al patio trasero.
-!Esta igual! !Dice Kano que esta igual! !Que hacemos!- dijo Karin.
-Me quedo con Abner aqui un rato. Dile a Kano que no se mueva de ahi. Ustedes quedense arriba. Agarra cuchillos para todos.- dijo Rover.
-!Es tu culpa!- recrimino Abner.
-No, ya estaban afuera cuando yo sali. Debieron haber escuchado los coches.- respondio Rover- No veo la mesa.
-?Y si la vuelven a poner?- pregunto Abner.
-Esperemos que no.
Despues de una hora, Rover fue con Kano.
-Tenemos que quitar las mesas de afuera.- dijo Rover.
-Si. Lo que mas me preocupa es que saben que estamos aqui.- dijo Kano.
-No se van a ir ?cierto?
-No.
-Y ya no tenemos gasolina.
-Podemos sacar la de los coches.
-No, no me quiero quedar sin coches. Tal vez podriamos controlar la entrada y matarlos uno por uno.
-No quiero que entren.- dijo Rover horrorizado- ?Y si fallamos?
-No vamos a fallar.
Entre los cuatro discutieron el plan. Abner y Ricardo estaban en contra. Rover no hablaba mucho.
-No podemos dejarlos entrar.- dijo Richard.
-No se van a ir.- aseguro Kano- Tal como la vez pasada.
-Podemos esperar y si no se van, entonces hacemos lo que quieras.
-?Cuanto tiempo quieren esperar? Da igual, esperamos, esta bien. Pero hay que preparar todo ya. Si se subieron una vez, pueden subirse de nuevo. No quiero que nos sorprendan.- dijo Kano. Prepararon el terreno.
No estaban seguros si la fuerza de toda la gente combinada podria empujar el auto que aseguraria la puerta. Pusieron uno para que la puerta no se abriera mas de lo debido y el otro junto a este, para hacer mas peso. Un escritorio impediria el paso. Tendrian que intentar escalarlo, y para ese momento ya estarian con un cuchillo en la cara o con la varilla en el ojo.
-?Listos?- pregunto Kano.
-!No!- grito Richard- !Quedamos que esperariamos mas tiempo!
-Es mejor hacerlo ahora que todavia hay luz.- dijo Kano.
-!No! Me rehuso. Hay que esperar.- dijo Richard.
-Kano tiene razon.- dijo Abner.
-?Que? ?Ahora te pones de su lado? Hace rato querias irte “porque eran peligrosos”. ?Ahora los apoyas? !Van a dejarlos entrar! A mi no me importa morir, me importa mi hija. ?Que va a ser de Lilia si no podemos detenerlos? -recrimino Abner.
-Tienen razon. Lo siento. Sin embargo, no podremos hacerlo solos.- respondio Abner mirando a Kano.
-?Que quieres decir?- pregunto Kano.
-Son demasiados. Nos vamos a cansar, y cuando eso pase estamos perdidos. Necesitamos que Karin, Melissa y Laura nos ayuden.- explico Abner.
-!NO!- dijo uno.
-!IMPOSIBLE!- dijo otro.
-!Eso jamas!- dijo el otro.
-Que lo decidan ellas. Tambien tienen derecho a opinar. Despues de todo, si lo jodemos nosotros, son ellas quienes tienen que cargar con las consecuencias.
Abner tenia razon. Parecia una lucha imposible. Ahora sin Gibran, los cuatro tendrian que acabar con todos. Necesitaban a las mujeres. Hablaron con ellas. Ninguna acepto.
-!No! !No puedo! Deja de insistir.- dijo Karin.
-?Por que? ?Creiste que saldrias de esto sin llenarte de sangre tu tambien?- dijo Abner.
-No le hables asi.- advirtio Kano.
-No es tu hija ni tu esposa para que la defiendas. Y no la estoy agrediendo, le estoy pidiendo que salga con nosotros. Pero ya me canse. Te espero abajo, con o sin ellas.- dijo Abner. Lilia queria detenerlo, su orgullo la detuvo a ella.
-?Es cierto? ?Sin nosotras no podran librarse de ellos?- pregunto Melissa.
-Si, es verdad.- respondio Rover- Es como cualquier otro ejercicio. Puedes correr de un lado a otro, pero tarde o temprano necesitas descansar. Con el martillo se te cansa el brazo y el hombro sobre todo. Pierdes fuerza, tus golpes dejan de ser efectivos… y entran. No las queremos al frente, las necesitamos atras por si alguno se nos llega a pasar. Procurare que no tengan que enfrentarse con ninguno.
-No es que sea nuestra primera vez.- contesto Karin- Es solo que no tenemos la fuerza, y yo no podria… bueno ya lo hice en otras ocasiones, pero porque no habia otra solucion.
-Es lo mismo. Solo que no los tenemos encima todavia. Hace rato se subieron por la mesa de afuera.- informo Kano.
-?Que?- dijo Melissa sorprendida.
-Si… no son animales. Son personas. La mesa estaba ahi y nos imitaron. Alguno la tiro al tratar de subir. Podrian levantarla en cualquier momento. Podrian ayudarse a trepar, quien sabe.- dijo Rover.
-Asi de simple, si no estan ustedes para cuidarnos la retaguardia, se quedan encerradas aqui arriba, sin nosotros.- dijo Kano.
Guardaron silencio y dejaron que lo inevitable caminara frente a ellas. Aceptaron.
-No se usarlo.- dijo Melissa.
-No es una computadora. Lo agarras con fuerza y pegas con toda tu alma.- instruyo Rover.
-?Listos?- pregunto Abner.
-No, espera. Si se nos va de las manos, los que puedan salen por el patio de atras. Que bajen los abuelos y los ninios.- dijo Kano.
-No podran brincarse solos.- renego Richard.
-Ya no sera nuestra decision. Ve a explicarles lo que pasa aqui, que decidan ellos.
Richard subio y hablo con Lilia, con Cecilia y con los abuelos. Karin pidio hablar con Cecilia.
-Quiero que me prometas que los cuidaras como si fueran los tuyos.- dijo Karin entre lagrimas.
-?Tan mal estan las cosas?- pregunto Cecilia.
-Si, estamos jodidos. Hasta el cuello.
Cecilia no se veia mal. Estaba tranquila. Se asomo a ver a sus hijos y sonrio.
-Hagamoslo.- dijo Cecilia.
-?Que?
-No voy a permitir que les pase nada. Arderia en el infierno sin dudarlo, cualquier cosa por ellos.
-Esperate, no estas preparada. No sabes como es.
-?Y tu si?
-Si. Me ha tocado estar ahi. Por eso quieren que yo baje. Tu solo estas aterrada. Quedate aqui y protegelos.
-No. Me necesitan abajo.- dijo Cecilia. Trato de salir y Karin la jalo de la blusa.
Cecilia se le fue encima. La agarro de los cabellos, la jalo, le puso el pie y se sento sobre Karin.
-!Ay! !Me vas a romper el brazo!- grito Karin. Cecilia se levanto.
-Quedate con los ninios.
-No, bajamos las dos.
-No quiero que se queden solos.
-Que suba Melissa, o Laura.
Bajaron las escaleras y les informaron que habia un nuevo integrante en la barricada. Rover se opuso primero que Abner. Cecilia lo empujo. Rover le grito que se calmara. Cecilia lo abofeteo. Antes de que Rover pudiera levantar una mano, Cecilia se colgo de su cuello y le corto la respiracion en el suelo. Rover no podia zafarse. Cecilia lo solto.
-No Cecilia, !los ninios!- dijo Abner con un hueco en el estomago.
-Que se quede.- dijo Kano mirandolo a los ojos- La necesitamos aqui abajo. Sube con los ninios Laura.
Laura no espero a que se lo repitieran. Solto el cuchillo y subio corriendo. Cerro la puerta. La gente de afuera, al oirlos hablar, gritaba y se alborotaba. Empujaban la puerta, adivinando lo que estaba a punto de suceder.
-?Donde me quieren?- pregunto Cecilia.
-Atras, al lado de Karin. Atentas por si se nos escapa alguno. Aqui hay martillos y cuchillos. Agarra lo que quieras.- dijo Kano. Cecilia agarro un cuchillo.
-Mejor agarra un martillo, no es gente normal. No sienten dolor. Lo mejor es destruirles la cabeza.- dijo Rover.
-Abran la puerta.- dijo Cecilia. Se trono el cuello, apreto el martillo y se puso en posicion. Abner abrio la puerta.
En el escritorio estaban Rover y Kano, encargados de los craneos. Abajo, justo al lado de ellos, Abner y Richard, para cortar dedos, manos y si fuera posible el brazo entero. Rover traia el hacha y Kano la varilla. Tan pronto abrieron la puerta, los de hasta adelante dejaron de hacer ruido y se concentraron en entrar. Los de atras no podian esperar un segundo mas para llegar a la gloria. El primer desafortunado fue un hombre calvo y de bigote. Talvez no trato de entrar, pero lo empujo la manada. Ni siquiera pudo ver lo que habia del otro lado cuando las luces se apagaron. Rover hundio el hacha en su frente. Saco el hacha de prisa y golpeo un brazo. El brazo hermano trato de atraparlo. Kano le pico un ojo con la varilla. El espacio apenas era suficiente para que la cabeza de una persona pasara con muchos esfuerzos. Habian calculado el especio a la perfeccio. No podian pasar, por lo que golperlos era igual de complicado. Kano y Rover pelearon contra los brazos hasta que se cansaron. Pidieron su relevo. Primero se bajo Kano y subio Abner en su lugar. Intercambiaron armas. Bajo Rover y subio Richard.
-?Estas bien?- pregunto Karin.
-!A tu lugar!- grito Kano. Karin regreso.
Kano se dio cuenta que Richard habia cambiado. No retenia mas la violencia de su interior. Era casi tan eficaz como Abner o como Rover para asesinar. Todavia no se recuperaba de la golpiza que Abner y que Richard le propiciaron, y en parte porque no era de naturaleza agresiva, Kano se sintio el hombre mas debil.

capitulo 34

jueves, 3 de junio de 2010 · 0 comentarios

34

 

Rover lo levanto, lo cubrio con la cobija y lo sento en el coche. Le trajo ropa y lo ayudo a vestirse.

-Ya paso, tranquilo.- dijo Rover. Kano tenia la mirada perdida.

-Hay gente afuera todavia.- informo Abner.

-No. Suficiente.- dijo Rover.

-Tenemos que terminar lo que empezamos y salir a buscar comida.- insistio Abner.

Kano no se movia, Rover no sabia que hacer. Abner se acerco a Kano y lo abofeteo. Rover no hizo nada.

-!Despierta! !Te necesitamos!- le grito Abner mientras lo sacudia. Kano reacciono.

-Si… salgamos.- dijo Kano.

Los hombres se juntaron en el patio y agarraron martillos y cuchillos. Montaron una escalera y Abner se subio.

-Hay muchos de pie todavia. Se mueven torpemente. La mayoria esta en el suelo. No creo que puedan correr. Voy a salir.- dijo Abner.

-Te acompanio.- dijo Rover. Quitaron los muebles y antes de que Rover abriera el porton Abner lo detuvo.

-Sera mejor que te quedes, hijo. Dejame salir solo.- dijo Abner.

-No, es mas seguro si vamos los dos.- dijo Rover.

-Lo que hay afuera, no es agradable. No salgas, por favor.

-?Por que?

-La gente esta… deforme. Tienen quemaduras de tercer grado en la cara y en todo el cuerpo. ?Alguna vez has visto una herida de ese tipo?

-No.

-Es algo que no necesitas ver. Muchos se mueven todavia. Voy a terminar a los que estan caminando y despues a los del suelo.

Rover lo dudo por un momento.

-Salimos los dos. Yo aprendi la diferencia entre matar por diversion y matar por defenderte. Fui yo quien tuvo la idea. Yo tengo que acabar con esto.- decidio Rover.

-Esta bien, lo respeto. Salgamos entonces.- dijo Abner.

-Yo voy tambien.- dijo Gibran.

-No, no es necesario. Uno solo puede hacerlo. Lava la ropa y los muebles, no queremos tener otro accidente.

Intentaron abrir el porton, pero los cuerpos amontonados no lo permitian. Jalaron la otra puerta hacia ellos. Salieron. Las palabras de Abner se habian quedado cortas. Era el mismisimo infierno. Gente castigada con fuego, sin poder morir. Solo habia cuatro cuerpos que no se movian, el resto se retorcia en sus cenizas. Los mas cercanos a la puerta eran los mas grotescos. Apenas se alcanzaba a distinguir el contorno humano. Conforme se alejaban de la puerta, podia distinguirse mas cada parte. El olor era asqueroso. Rover no pudo contenerse y vomito en el bulto que alguna vez fue un ninio de no mas de ocho anios. Abner empezo a trabajar de inmediato. Camino hacia el mas cercano y lo golpeo en la frente con el martillo. Una vez en el suelo le dio dos martillazos mas y luego hundio el cuchillo en la cavidad del ojo dos veces. Una seniora con medio rostro quemado se acerco a el, intentando correr. El la detuvo con una patada, la sujeto con la mano izquierda del cuello y le solto de martillazos hasta que ya no pudo detenerla. El cuerpo cayo. Esta vez golpeo con el otro extremo del martillo. Estaba en lo correcto: por ser mas pequenia  la bola del martillo concentraba mas presion en un solo punto y rompia mas hueso. Sintio una mano en el tobillo. Se libro de un veloz movimiento y se alejo un poco. Salio de la tumba comunal y termino con los que caminaban alrededor. Rover se recupero y fue a ayudarle, pero solo le faltaban tres.

-Disculpa…- dijo Rover.

-Empieza con los mas lejanos, que son los que se mueven mas. Cuidate, a mi me agarraron el pie al pasar. Algunos todavia pueden vernos.

Soltaron martillos y cuchillos por doquier. Kano salio.

-No tienes que salir.- dijo Rover. Kano lo ignoro y comenzo a martillar.

Terminaron en veinte minutos.

-?Seguros?- les pregunto Abner.

-Si.- contestaron al mismo tiempo.

-Hay que revisar, por si acaso.- dijo Abner.

Caminaron entre la escoria, moviendo algunos con el pie, y remataron a los que no tenian el craneo destrozado.

-Hay que moverlos para que no apeste.- dijo Kano.

-No gastemos mas energies. Vamos a limpiarnos y luego a buscar comida.- dijo Abner.

Se metieron a la escuela, le dijeron a Gibran y a Richard que saldrian en media hora. Se limpiaron y prepararon las cosas para salir.

-?Como estas?- pregunto Karin.

-Bien… estoy bien. No te preocupes.- respondio Kano y le puso la mano en el hombro.

-No tienen que salir tan pronto, pueden descansar un rato.

-No, es mejor ahora. Ya no hay nadie afuera No nos tardamos.

-Huele horrible. ?Podrian quitar los cuerpos de la entrada antes de irse?

-Yo dije lo mismo, pero quieren ahorrar energia, y tienen razon. Contamos ciento catorce personas. Arrastrarlos de uno por uno va a ser cansado. Tendran que aguantarse hasta que regresemos, perdon.

-No, no te disculpes. Esta bien, entiendo. Cuidate mucho.- se despidio Karin y lo abrazo.

Karin jalo una puerta. Pasaron sobre los cadaveres. Sentian que eran los muertos quienes sacudian el coche.

-?Para donde?- pregunto Abner.

-Busquemos una tienda.- contesto Kano desde el otro auto.

En el camino habia mucha gente. Roverr no dudo en esparcir los cuerpos por la calle. Encontraron un par de tiendas pero no fue posible detenerse; tan pronto como bajaban la velocidad, un par de personas los alcanzaba y golpeaban el coche.

-No me puedo parar. Vamos al centro.- propuso Rover.

-No. Alli la cosa seguramente estara peor. No quiero intentar. Vamos a las afueras a saquear casa por casa.- dijo Kano.

Salieron de la zona concurrida y donde dejaron de ver gente se pararon.

-?No gastamos mucha gasoline?- pregunto Richard.

-No importa, es mejor asi, por si tenemos que salir corriendo.- contesto Kano.

-?Corriendo? ?De que? Es solo una casa, no un hospital.- dijo Abner.

-No importa, es por seguridad.- insistio Kano.

Tocaron la puerta, rompieron la ventana y aventaron cubiertos. Rover limpio la ventana para que pudieran entrar. Primero paso Rover, luego Kano y al final Gibran.

-No, solo nosotros tres. Ustedes dos quedense afuera.- indico Rover.

-!Esperate!- grito Kano y se acerco a Gibran- Puede haber alguien. Dejame ir primero.

Era una casa antigua. Sacaron un par de latas y dos kilos de arroz. Kano saco una olla y un sarten, y Rover todos los cubiertos, jabon y ropa. Se escucho un ruido gutural proveniente de la chimenea. Todos alerta.

-!Salgamos!- grito Rover y corrio a la ventana.

-No, espera…- dijo Kano y se acerco con cautela.

Era un gato. Tenia una hoyo en la espalda. Habia caido por la chimenea horas antes, tal vez dias, y no se podia mover.

!Que pasa!- grito Abner desde la ventana.

-Nada, un gato medio muerto.- contesto Gibran.

Kano le piso la cabeza y se limpio la suela en el sillon.

-Ya no hay nada, vamonos.- dijo Rover.

-Si hay chimenea, deben de haber herramientas para mover la lenia y el carbon. Vamos a buscarlas.- dijo Kano.

-?Como son?- pregunto Gibran.

-Son unos palos de metal largos con ganchos para jalar los lenios. ?Nunca los has visto?- pregunto Kano.

-No…

-Bueno, ya te dije como son. Vamos a buscarlos. Revisaron en todos los cuartos, pero no encontraron nada.

-Debe de haber herramientas.- dijo Kano.

-Tal vez no la usan.- dijo Rover.

-Si la usan, mira.- le ensenio las marcas de la chimenea.

-!Aqui!- dijo Gibran. Un cerrojo en la pared. Un cuarto escondido. Patearon la puerta pero no la pudieron tirar. Kano destruyo la puerta con el martillo.

-!Mira nada mas!- dijo Rover sorprendido. Levanto el hacha del suelo.

-Estas son.- le dijo Kano a a Gibran y le paso una varilla que terminaba en pico, con un gancho cerca de la punta.

-!Esta es para mi!- dijo Gibran emocionado.

-No, lo siento.- Tu te quedas con estas dos.- le dijo Rover y le paso la escoba y el recogedor que estaban al lado.

-Vamonos.- dijo Kano. Salieron.

-?Para mi?- pregunto Abner sorprendido.

-Si, es para ti.- reitero Kano.

Abner lo miro y vio una cicatriz en la barbilla de Kano. Supuso que si no habia sido el pie de Richard, habria sido el suyo el que la puso ahi. El insistia en ahorcarlo, si no hubiese sido por Laura, Kano no estaria vivo, y probablemente ninguno de los del edificio tampoco. Al recivir el hacha, Abner recapacito y se sintio basura.

-Gracias.- dijo Abner. Se dio media vuelta y se metio al auto.

-Vamos mas para alla, a las granjas que se ven ahi.- dijo Rover.

-?Para que?- pregunto Kano.

-No creo que haya gente ahi. Ademas quiero cambiar este por uno mas grande.- dijo Rover mostrandole el cuchillo.

-Me dijo Karin que te habia gustado mucho, que estuviste un dia entero jugando a ser carnicero.

-Si, me encanta. Pero es dificil usarlo con la gente enferma. Con algunos si es efectivo, pero a otros no les pasa nada. El martillo es mas seguro. Creo que un machete seria aun mejor.

Se subieron a los coches y llegaron a la granja. Rover se bajo corriendo. Kano le dijo que esperara a los demas, pero no hizo caso. Corrio tras de el. En el centro del cultivo, habia pedazos de un cuerpo.

-Pense que aqui no habia pasado nada.- dijo Rover sorprendido.

-Si, no estamos tan lejos de la ciudad.

-Busquemos mi machete.

No habia herramientas. Kano y Rover buscaron por todos lados, sin exito. Los demas sacaron un par de latas de atun y tres litros de refresco. Fueron a la granja vecina. Encontraron herramientas para el campo que no les servirian.

-!Que delicia!- dijo Gibran.

-?Que encontraste?- pregunto Richard.

-Miel y cereal.

-?Te gustan las aceitunas?- pregunto Abner.

-No.- respondio Richard.

-Mas para mi.- dijo Abner y guardo el envase.

 Fueron a una tercera granja, pero no encontraron nada que les sirviera.

-Tenemos que regresar a la ciudad, aqui no hay nada.- dijo Kano.

-Hay mas granjas alla. Sigamos sacando lo que podamos. Aunque sea poco, no hay gente; es seguro.- propuso Rover.

-No, tu lo que quieres es una espada. Vamonos.- dijo Kano.

-Con lo que hemos encontrado apenas alcanzara para un dia, vamos a buscar comida, luego regresamos a buscar espadas y escudos si quieres.- dijo Abner.

-Burlate lo que quieras, solo recuerda que gracias a los cuchillos y a los martillos estamos vivos. Al fin que tu ya tienes tu hacha, los demas que se jodan.

-?La quieres? Toma.- dijo Abner.

-No. No necesito nada tuyo, no me haces ningun favor.- dijo Kano.

-Bueno, vamonos.- dijo Richard para calmar el humor de los dos.

-?Para donde?- pregunto Abner.

-Busquemos una tienda en las afueras.- dijo Kano.

Richard miro el frente de los coches. Abolladuras y sangre por doquier. Si no trataban los autos con mas delicadeza, lo pagarian caro. Fueron en busca de la tienda.

-Tienen que morir.- dijo Gibran.

-?Que? ?Quien?- pregunto Kano.

-Todos. Si no comen, se van a morir de hambre. Tambien necesitan agua… Ya pasaron varios dias. No creo que esta locura dure mucho mas.

-Se comen unos a otros. ?No viste el cadaver en la granja?- dijo Rover.

-Si hace diez dias murio la mitad de la poblacion, y el numero siguio subiendo, no quedara mucha gente.- comento Gibran.

-No lo se. Ya no se nada. Les clavas un cuchillo, los golpeas hasta cansarte y siguen luchando. Si su resistencia al dolor es sobrehumana, tal vez lo sea tambien su necesidad de nutrientes.- dijo Kano.

-?Como?- pregunto Rover.

-Si, o sea que no mueran de hambre tan pronto como moririamos nosotros.

-?Por que no?- pregunto Gibran.

-Pues no lo se. Digo, si les destrozas el un pie, el estomago; todo, y siguen luchando, no creo que mueran de hambre.

-Tendriamos que agarrar a uno y probar con el.- dijo Gibran.

-?Torturarlo? No sienten. No se mueren. Solo si les das en la cabeza.- informo Rover.

-Yo creo que si les cortas la cabeza tambien se mueren. Y no estas daniando el cerebro, solo lo remueves del cuerpo.- dijo Gibran.

-?Que microbio podria hacer eso?- pregunto Rover.

-No tiene logica. Es algo magico.- dijo Gibran.

-No es mala idea.- dijo Kano.

-?Que?- pregunto Rover.

-Agarrar a uno y ver hasta donde resiste.

-Te dije lo que hice yo…- recordo Rover.

-Si, me dijiste. No pienso capturar a nadie, solo digo que estaria bien saber a que nos enfrentamos.

-Con uno me basta. No quiero mas locos en la escuela.- dijo Rover.

Kano se acordo del papa de Serena. Seguia en el banio. Hacia dias que no se escuchaba ningun ruido. Seguro estaria muerto, habria muerto de inanicion.

Abner toco el claxon. Bajaron la velocidad para emparejarse.

-No hay nada, vamos a la ciudad.- dijo Abner.

-Espera un poco. Debe de haber algo.- dijo Kano.

-No quiero dejarlas mas tiempo solas en la escuela. Vamonos ya.

-Esta bien, una casa mas y ya, para que sea suficiente para un dia.- dijo Kano. Abner acepto. No muy lejos de ahi, se detuvieron en una zona bastante limpia.

-Dejame a mi.- dijo Gibran.

-Con cuidado.- dijo Rover. Gibran golpeo con un matrillo y le dio la espalda a la ventana. Alzo los brazos.

-!De un solo golpe!

-!GIBRAN!- grito Kano. Se avento sobre el. Demasiado tarde.

Cuando Gibran se dio la media vuelta, Kano alcanzo a ver una sombra en el interior moviendose con gran velocidad. Trato de agarrarlo primero, pero la sombra fue mas rapida.

-!AAAAAAA! !IIAAAAA!

-!JALALO!

-!NOOO!

Sangre escurria del cuello de Gibran; gritaba en histeria total. Todos trataban de zafarlo, pero el hombre no lo soltaba. Casi lo tenian cuando llego alguien mas, y otro… Richard lo solto y luego Abner, eran solo Kano y Rover, contra los tres de adentro. El que sujetaba a Gibran, ignoraba a los de afuera. Los otros dos, al no poder pescar un trozo, trataron con Kano y con Rover. Soltaron a Gibran y vieron como la casa se lo tragaba. Dejaron a los de afuera y se avalanzaron sobre el que capturaron. Sus gritos perdieron fuerza y luego silencio. Se podia oir como se lo estaban comiendo.

-!No! !Ya lo perdimos! !DEJALO!- grito Kano.

-!Sueltame! !Dejame!- grito Rover. Abner y Richard lo detuvieron tambien.

Arrastraron a Rover unos metros y este dejo de pelear.

-!Calmate!- le dijo Kano y le dio una bofetada.

-!Ya! !Esta bien! Esta bien… vamonos rapido.- acepto Rover.

Los coches estaban a un par de pasos. Rover se levanto y en cuanto sintio que la ultima mano lo solto, agarro el hacha del otro coche y los amenazo con ella.

-!Que te pasa!- grito Kano.

-!Quitense! Es en serio, no se acerquen.- media la distancia con la mano izquierda y movia la derecha. Levantaron las manos y se hicieron para atras.

Rover corrio hacia la ventana. Se azomo con cuidado y se brinco.

-!NO!- grito Kano. Saco la varilla y corrio a la ventana.

Abner y Richard miraban sin entender. No intervinieron, tampoco se fueron.

Kano se brinco sin revisar. Tomo una foto de un vistazo: dos cuerpos en el suelo, dos forcejeando y un tercero acercandose a la pelea. Sin dudarlo, empleo toda su fuerza en el movimiento de codo y hombro. El gancho de la varilla se hundio en el craneo. Kano jalo y empujo con el pie. El sujeto cayo para atras, boca arriba. No le dio tiempo de defenderse y lo penetro en un angulo de noventa grados por la boca. Rover sostenia a la mujer por el cuello con una mano y con la otra agarraba la munieca izquierda. Kano trato de sacar la varilla, pero estaba atascada. Puso un pie en el pecho y jalo con mas empenio. La varilla salio. Se puso en posicion y bateo como si de ese golpe dependiera la vida de su hermano. La varilla reboto y la dama volteo a ver a Kano. Tenia un los ojos completamente negros. Rover solto el cuello y se libro del brazo izquierdo. Levanto el hacha y la golpeo en la cabeza. El hacha se enterro a la mitad. La mujer cayo.

capitulo 33

sábado, 29 de mayo de 2010 · 0 comentarios

33

 

-!Hay gente golpeando la puerta!- informo Richard.

-?Por eso me llamas?- pregunto Kano.

-?Que hacemos?- pregunto Richard.

-No pasa nada, tranquilo.- respondio Kano.

-?Seguro que no pueden entrar?

-Si, seguro.

-Empezo a golpear solo uno, pero llegaron mas. Los ninios estan asustados, los abuelos tambien.

-Vamos a la azotea.

Subieron todos los hombres, Karin y Melissa. Habia mucho moviemiento en el area. Un grupo trataba de entrar por el porton principal, y otro grupo por el patio trasero.

-?Que hacemos?- pregunto Abner.

-Nada, tu tranquilo. Luego se van. En un par de horas ya no hay nadie.- dijo Rover.

-?Por que se dieron cuenta de que estabamos aqui? ?Que hicieron?- pregunto Karin.

-Creo que los ninios estaban jugando cerca del porton.- dijo Melissa.

-Bueno, todos tranquilos y sin hacer ruido. Traten de calmar a los ninios.- dijo Kano.

-Y a Cecilia. Se puso histerica y se encerro en un banio con sus hijos.- dijo Melissa.

-Yo voy.- dijo Karin.

Kano y Rover revisaron los portones. Por debajo de la puerta pudieron ver una docena de pies. Algunos golpeaban amablemente y otros con violencia. Una o dos personas gritaban.

-Es dificil calmarse con ese ruido.- dijo Richard.

-Casi nunca se acercan. Fue por los ninios.- dijo Kano.

-Meti comida y algunos cuchillos en los coches, por si tenemos que irnos.- dijo Abner.

-No, no es para tanto. Al rato se van.- dijo Kano.

-Karin convencio a Cecilia de que saliera, pero dice que quiere que nos juntemos en la azotea.- dijo Melissa.

-Si vamos, si eso la tranquiliza.- dijo Rover.

Subieron a la azotea y cerraron la puerta. Cecilia queria encerrarse en el cuarto, pero no se lo permitieron. Hablaron en voz baja. Richard fue por sillas para los abuelos y Abner subio el colchon. A algunos les dio hambre, pero el humor general era pesimista. Decidieron alargar la comida hasta que los golpes cesaran. El ruido no disminuyo, al contrario. Mas y mas gente se aglomeraba a sus pies.

-Dijiste que en un par de horas no habria nadie.- reclamo Abner.

-Esto no habia pasado antes.- se justifico Rover.

-Algo los atrae…- supuso Kano- no hemos hecho ruido. Preguntale a los ninios que hicieron.

-Si. Voy a preguntarle a Serena.- dijo Karin. Fue al cuarto.

-Tienen que irse. Al no oir nada, ni ver nada, se cansaran y se iran.- dijo Kano.

-No teniamos pensado salir. No importa. Ya es tarde, vamos a comer.- propuso Abner.

-Si, muero de hambre.- dijo Rover. Karin salio.

-Dicen que estaban jugando a pasar una regla por debajo del porton con un senior. Se las queria quitar y la volvian a meter. Despues el juego dejo de ser chistoso cuando llego alguien mas empezo a gritar y a tratar de meterse.- informo Karin.

-?No les prohibiste acercarse a la puerta?- reclamo Rover.

-Son ninios.- respondio Karin- Es lo que hacen.

-No es culpa de los ninios.- dijo Kano- Ve a ver cuantos hay.

-Despues de comer.- respondio Rover.

-No, baja en este momento.- ordeno Kano. Rover obedecio.

-Los demas tambien tenemos hambre.- dijo Abner.

-Vamos a cenar aqui para que Cecilia este mas tranquila.- dijo Kano- preparemos las cosas abajo y lo subimos.

-Yo no quiero dormir abajo.- aviso la abuela.

-Seniora, no se preocupe. Nadie va a entrar.- dijo Richard.

-Que no. Yo me duermo en el cuarto este.

-Si seniora, duerma donde quiera.- confirmo Kano.

Bajaron a preparar la comida y Rover regreso.

-Hay como veinte en cada puerta.- informo Rover.

-Hace rato habia menos. No se van, y llegan mas. Tal vez debamos irnos de aqui.- sugirio Abner.

-?A donde? ?A tu casa?- pregunto Kano.

-No… no se. Busquemos otro lugar.

-Estamos aqui por que es mas facil movernos. Efectivamente, si llegaramos a salir, podemos subirnos a los coches y largarnos. Si estuvieramos en una casa, y hubiera gente afuera, no podriamos llegar al coche. Ademas, aqui hay dos puertas. No estoy obstinado a quedarme, pero no podemos irnos sin tener algo seguro. Nos quedamos sin nada. ?Cuanto tiempo podemos estar en los coches? ?Ocho horas?- dijo Kano.

-Tenemos los botes de gasolina.- recordo Abner.

-Si, otras cuatro horas. No podemos salir. Nos quedamos.

-?Y maniana?- pregunto Richard.

-Maniana vemos. Vamos a cenar y a tratar de descansar.- respondio Kano.

La cena fue un silencio incomodo, interrumpido unicamente por los gritos y los manotazos en las puertas. Subieron las cosas para dormir en el cuarto de la azotea y afuera. Llegaba mas y mas gente. Laura dijo que no dormiria en el coche. Kano le pregunto a Karin si dormiria con el en uno de los autos y ella lo dudo.

-?Y si entran?- pregunto temerosa.

-No van a entrar. Necesitas mas que un grupo de locos para tirar este tipo de puerta. Necesitas una grua, o estrellarte con un camion. Relajate.- dijo Kano un poco tenso.

-Lo que tu digas. ?Entonces le damos el saco a Richard y a Laura?

-Ja, y ella que trataba de alejarse de el. No se como se arreglen para dormir, que vean entre ellos. Lilia tampoco quiere dormir en el coche. Melissa dijo que si dormia ahi con Rover.

Trataron de dormir juntos en el asiento trasero. Buscaron alguna posicion estando cada uno en un asiento, fue demasiado incomodo. Terminaron sentados en el asiento del conductor y del copiloto con los asientos hasta atras. De todas maneras, la multitud de afuera era un ruido poco estimulante. Richard bajo y pidio otra veladora. Karin dijo que era la unica que habia.

-Es un caos haya arriba. Abner discutio con Lilia. Se rehusa a dormir con el. La abuela esta molesta porque no ve nada, y los ninios estan llorando.- dijo Abner.

-Toma, te presto mi encendedor.- dijo Kano. Richard dio las gracias y las buenas noches, y subio.

-?No vamos a ver como estan?- pregunto Karin.

-Yo no. Vet u si quieres.

-Ay no, mejor me quedo aqui.- y lo abrazo.

-?Donde conseguiste el sosten?

-?Te gusto?

-Si, mucho.

-Que bueno.- respondio Karin mirando la puerta sacudirse.

-?De donde lo sacaste?

-De la mama de Serena. ?Seguro que no pueden entrar? !Ve como se azota!

-No, nadie puede entrar. Lo juro. Respira profundo y trata de dormir.

Pasaron los minutos y las horas. Los golpes no paraban; impresionante su insistencia. Kano tampoco podia dormir. Melissa salio y toco la ventanilla. Karin se asusto y volteo sorprendida.

-!Perdon! No queria asustarte. Lo siento, perdon.- dijo Melissa.

-?Que paso?- pregunto Karin.

-Nada… ?Seguro que no la pueden tirar?

-No. Imposible. ?Quieres dormir arriba con los demas?- pregunto Kano.

-Si… ?Esta bien?

-No, solo vas a alterarlos mas. Quedate aqui con nosotros.- dijo Karin.

Enderezaron los asientos para que se pudiera acostar. Rover se metio tambien y se encimo en Melissa.

-!No! !Quitate!- dijo Melissa.

-?Y bien? ?A que jugamos?- pregunto Rover.

-A dormir.- respondio Karin.

-No se puede. Yo me levante tarde, y aunque tuviera suenio, estos hijos de puta no nos dejan. Voy a salir a callarlos.

-Te doy esta moneda si los callas.- dijo Melissa.

-Yo te doy todo mi dinero.- dijo Karin.

-No. Los callo si me dan una cerveza.

-Te las dimos todas. Y no te vuelvo a dar ni una; cuando te desperte en la maniana todavia tenias media botella.- recordo Kano.

-No es cierto.- dijo Rover horrorizado.

-Si. Ahi la deje. Te la doy si haces que se callen.

Al poco rato, bajaron Abner y Laura.

-Avid pregunta por ti.- informo Laura.

-Ahi voy.- contesto Karin. Salio del auto.

-Es imposible dormir.- dijo Abner.

-Aqui se oye mas.- dijo Rover.

-Por mi no hay problema, pero me siento mal por los ninios. La abuela esta llorando.- dijo Abner.

-?Que quieres que haga?- pregunto Kano. Abner tardo unos segundos en contestar.

-Nada…- se fue.

La noche fue un martirio. Karin durmio con los ninios, que por momentos cerraban los ojos y tras un grito fuerte la abrazaban horrorizados. Nadie pudo dormir. Los primeros rayos del sol hacian su aparicion. Todos estaban exhaustos a falta de descanso. Sus oidos no se acostumbraron al ruido de los punios contra el metal. Kano se acerco al porton y miro por debajo. Habia un centenar de pies en cada porton. Subio a la azotea y vio gente luchando por un lugar al lado del porton. Regreso al patio. Abner, Richard y Gibran lo esperaban.

-Tenemos que salir hoy, para conseguir la comida de maniana.- dijo Abner.

-Podemos esperarnos, comer poco y salir hasta maniana.- propuso Kano.

-?Y si no se van? Por lo que se oye puedo asegurar que llegaron mas.- dijo Abner.

-Si, hay mas, en ambos lados esta igual.- rectifico Kano.

-No creo que se vayan.- dijo Rover.-

-Yo tampoco.- dijo Abner.

-?Que quieren hacer?- pregunto Kano.

-No se… podriamos intentar lo que hicimos en el edificio.- propuso Abner.

-Estas loco. Imposible.- aseguro Richard.

-?Por que no?- pregunto Rover.

-No podemos arriesgarnos. ?Y si fallamos? Entran directo a la escalera y jodemos a los que se queden arriba. No.- dijio Kano.

-Podemos cerrar las puertas del pasillo para que no puedan subir.- dijo Abner.

-?Y luego que? ?Los dejamos encerrados en el cuarto de la azotea? No lo creo.- respondio Kano.

-No vamos a fallar.- dijo Gibran- En el edificio lo hicimos bien, y no sabiamos lo que haciamos. Ahora tenemos tiempo para planearlo, y mas espacio para movernos. Podemos dejar solamente el espacio necesario para que entren de uno por uno, y arrastrandose.

-?Como?- pregunto Rover.

-No se… podriamos usar los coches y algunos escritorios.- respondio Gibran.

-Puede funcionar.- dijo Abner.

-No, basta. Ni siquiera lo piensen. No estoy dispuesto a arriesgar a nadie alla arriba, punto.- sentencio Kano.

-Piensalo bien muchacho. Ahora hay un grupo pequenio, tenemos la energia, y comida alla arriba. Si esperamos a que se vayan y no se van, y nos quedamos sin comida, y no dormimos otro dia, no se si lo logremos.- explico Abner. Kano lo medito por un momento.

-!Ya lo tengo!- grito Rover- Los rociamos con gasoline y les prendemos fuego.

-?Que? No, es peligroso.- contesto Kano.

-No, no es peligroso. La puerta no se va a prender, ni los muros. Alejamos los coches por supuesto. En el peor de los casos, se queman los escritorios que usamos para treparnos, y nada mas.- insistio Rover.

-?Cuantos litros tiene cada bote?- pregunto Richard.

-Como cincuenta.- respondio Rover.

-?Tenemos cuatro?- pregunto Richard.

-Si.- contesto Rover.

-Doscientos litros de gasolina. Podemos aventarles papeles para que el fuego dure. Tal vez mesas…- planeo Richard.

-No, la mesa tarda en quemarse. Papel, mucho papel. Tenemos que arrancar todas las hojas de todos los libros y cuadernos que haya. Asi no tenemos que abrir la puerta.- dijo Abner mirando a Kano.

Kano acepto. Los tanques de los autos estaban llenos, y a pesar del olor a quemado, era una seguro para todos. Convocaron una junta y le pidieron a Melissa que cuidara a los ninios en el salon de junto.

-Son seres humanos… !por dios!- grito Cecilia.

-No estamos muy seguros de eso. La gente civilizada no se mata a golpes. Eso es lo que son, animales.- respondio Rover.

-Mira Cecilia, si quieres los dejamos entrar y tu les explicas que no nos dejaron dormir, y que necesitamos salir a buscar algo de comer. Tambien hay ninios alla afuera, para que tus hijos jueguen con ellos.- reto Abner. Cecilia se quedo callada.

-?Alguien mas tiene algo que decir?- pregunto Rover.- Aclarado el punto, necesito una o dos personas en cada salon arrancando todas las hojas. Junten diez hojas o un poco mas y haganlas bola. Las avientan al patio y yo las voy juntando.

-La ropa arde tambien, ?aventamos toda la ropa?- pregunto Gibran.

-No, al mojarlos con gasoline, su ropa ardera.

-Hay que mojarlos a todos, aventarles la gasolina a cubetadas.- dijo Richard.

-Si, yo lo arreglo. Ustedes arranquen las hojas.- ordeno Rover.

Todos ayudaron. Los ninios se divertian. Jamas imaginaron arrancar hojas de libros. Estaban fascinados. Melissa barria y Rover metia las bolas de papel en botes de basura. El movimiento del interior, alboroto a los de afuera. Golpeaban con mas insistencia y mas gente gritaba. El porton se sacudia de un lado a otro.

-Los ninios, Cecilia y los abuelos al cuarto de la azotea. Necesitamos tres escaleras de mesas y escritorios para trepar.- coordino Rover. Bajaron todos los escritorios de los maestros y muchas mesas de alumnus. Construyeron las tres escaleras. Consiguieron siete cubetas.

-Gibran, trae todos los martillos.- pidio Kano. Gibran regreso con una mochila.

-?Que vas a hacer?- le pregunto Rover.

-La no va a estorbar. Probemos con el respaldo de una silla, a ver que tal se prende.- respondio Kano.

Trato de quemarlo con el encendedor, imposible. Le puso un poco de gasoline y este ardio por medio minuto y luego se apago. Probo con mas gasolina en otra silla y esta ardio por dos minutos.

-Si, tienes razon. Mejor que caiga la gasolina en la madera y no en el suelo.- dijo Rover.

Repartieron los martillos y rompieron quitaron los asientos y los respaldos de todas las sillas. Los martillazos eran una invitacion para entrar. El porton se movia tanto, que por un momento Kano llego a pensar que si podrian tirarlo. Terminaron de juntar madera y papel.

-Guardemos la mitad de todo para el otro lado.- dijo Richard.

-Primero aventamos la madera, luego los papeles y al final la gasolina.- dijo Rover.

Al ver la lluvia de objetos, la gente se exalto aun mas. Estaban euforicos, como si fuera agua y estuvieran sedientos.

-Yo en esta del centro, Kano con en la de la derecha y Abner en la de la izquierda, los demas nos pasan las cubetas con gasoline. Llenenlas a la mitad o un poco menos. Avienten la gasolina lo mas lejos que puedan, lo que sobre, lo dejamos caer al otro lado del porton.- dijo Rover.

Terminaron de rociarlosy guardaron dos botes para despues.

-?Listos?- pregunto Abner.

-No, espera. Voy a ver el otro porton.- dijo Kano. Regreso emocionado.

-?Que?- pregunto Abner.

-!Ya no hay nadie! Se juntaron todos aqui. Arrojemos todo de una vez.- dijo Kano.

-?Seguro?- pregunto Rover.

-Si. Los coches tienen el tanque lleno, no importa. Que no quede ni uno de pie. No quiero abrir esta puerta si hay gente afuera.

Arrojaron maderos, papeles y gasolina. Rover prendio una bola de papel y la avento lo mas lejos que pudo.

-!Hay que quitar estos escritorios! !RAPIDO!- grito Kano. Habian olvidado los escritorios que usaron como escaleras. Alejaron todas las mesas y escritorios que habia cerca del porton. No sucedio nada. Rover iba a arrojar otra bola de fuego. Kano se acerco al porton y con el encendedor prendio fuego a un pequenio charco de gasoline que se formo a la entrada. El charco se prendio, Kano dio un salto hacia atras y todos empezaron a gritar. La gasolina salpicada en su ropa se prendio tambien. Abner trato de acercarse, pero Kano lo empujo. Se desnudo en cinco segundos y se pego con las palmas en todo el cuerpo.

-!Estas bien!- pregunto Karin.

-Si, si. No paso nada. Mojen su ropa en el banio. Algunos corrieron al banio y otros se quedaron admirar la tortura. Los gritos de afuera no se hicieron esperar. Eran gritos distintos a los que trataron de acostumbrarse en la noche; eran gritos de alguien que experimentaba el dolor mas grande. Una nube negra crecia para juzgarlos. Kano la miro y sintio que era aplastado. Los gritos lo condenaban. Cayo en sus rodillas y extendio los brazos. Empezo a llorar. Rover estaba en shock, nunca habia oido a alguien ser quemado vivo. Habia un centenar de personas ahi afuera. Karin regreso y cubrio a Kano con una cobija. Lo ayudo a levantarse y luego a Rover. Los jalo y los metio a un salon. Se desplomaron en el suelo y se abrazaron. Compartieron su pena en el llanto. Nadie consolaba a nadie, cada uno buscaba proteccion. Se quedaron asi, castigados por los gritos de los vivos y las voces de los muertos. Afuera ya no habia ruido, pero la gente seguia quemandose y quejandose en sus cabezas. El olor a quemado entraba por sus narices y por sus ojos. La tos de Kano los desperto del trance. Kano se levanto, la cobija se cayo y camino desnudo hasta la puerta. Se arrodillo, se recargo en la puerta y lloro como un recien nacido.