capitulo 33

sábado, 29 de mayo de 2010 ·

33

 

-!Hay gente golpeando la puerta!- informo Richard.

-?Por eso me llamas?- pregunto Kano.

-?Que hacemos?- pregunto Richard.

-No pasa nada, tranquilo.- respondio Kano.

-?Seguro que no pueden entrar?

-Si, seguro.

-Empezo a golpear solo uno, pero llegaron mas. Los ninios estan asustados, los abuelos tambien.

-Vamos a la azotea.

Subieron todos los hombres, Karin y Melissa. Habia mucho moviemiento en el area. Un grupo trataba de entrar por el porton principal, y otro grupo por el patio trasero.

-?Que hacemos?- pregunto Abner.

-Nada, tu tranquilo. Luego se van. En un par de horas ya no hay nadie.- dijo Rover.

-?Por que se dieron cuenta de que estabamos aqui? ?Que hicieron?- pregunto Karin.

-Creo que los ninios estaban jugando cerca del porton.- dijo Melissa.

-Bueno, todos tranquilos y sin hacer ruido. Traten de calmar a los ninios.- dijo Kano.

-Y a Cecilia. Se puso histerica y se encerro en un banio con sus hijos.- dijo Melissa.

-Yo voy.- dijo Karin.

Kano y Rover revisaron los portones. Por debajo de la puerta pudieron ver una docena de pies. Algunos golpeaban amablemente y otros con violencia. Una o dos personas gritaban.

-Es dificil calmarse con ese ruido.- dijo Richard.

-Casi nunca se acercan. Fue por los ninios.- dijo Kano.

-Meti comida y algunos cuchillos en los coches, por si tenemos que irnos.- dijo Abner.

-No, no es para tanto. Al rato se van.- dijo Kano.

-Karin convencio a Cecilia de que saliera, pero dice que quiere que nos juntemos en la azotea.- dijo Melissa.

-Si vamos, si eso la tranquiliza.- dijo Rover.

Subieron a la azotea y cerraron la puerta. Cecilia queria encerrarse en el cuarto, pero no se lo permitieron. Hablaron en voz baja. Richard fue por sillas para los abuelos y Abner subio el colchon. A algunos les dio hambre, pero el humor general era pesimista. Decidieron alargar la comida hasta que los golpes cesaran. El ruido no disminuyo, al contrario. Mas y mas gente se aglomeraba a sus pies.

-Dijiste que en un par de horas no habria nadie.- reclamo Abner.

-Esto no habia pasado antes.- se justifico Rover.

-Algo los atrae…- supuso Kano- no hemos hecho ruido. Preguntale a los ninios que hicieron.

-Si. Voy a preguntarle a Serena.- dijo Karin. Fue al cuarto.

-Tienen que irse. Al no oir nada, ni ver nada, se cansaran y se iran.- dijo Kano.

-No teniamos pensado salir. No importa. Ya es tarde, vamos a comer.- propuso Abner.

-Si, muero de hambre.- dijo Rover. Karin salio.

-Dicen que estaban jugando a pasar una regla por debajo del porton con un senior. Se las queria quitar y la volvian a meter. Despues el juego dejo de ser chistoso cuando llego alguien mas empezo a gritar y a tratar de meterse.- informo Karin.

-?No les prohibiste acercarse a la puerta?- reclamo Rover.

-Son ninios.- respondio Karin- Es lo que hacen.

-No es culpa de los ninios.- dijo Kano- Ve a ver cuantos hay.

-Despues de comer.- respondio Rover.

-No, baja en este momento.- ordeno Kano. Rover obedecio.

-Los demas tambien tenemos hambre.- dijo Abner.

-Vamos a cenar aqui para que Cecilia este mas tranquila.- dijo Kano- preparemos las cosas abajo y lo subimos.

-Yo no quiero dormir abajo.- aviso la abuela.

-Seniora, no se preocupe. Nadie va a entrar.- dijo Richard.

-Que no. Yo me duermo en el cuarto este.

-Si seniora, duerma donde quiera.- confirmo Kano.

Bajaron a preparar la comida y Rover regreso.

-Hay como veinte en cada puerta.- informo Rover.

-Hace rato habia menos. No se van, y llegan mas. Tal vez debamos irnos de aqui.- sugirio Abner.

-?A donde? ?A tu casa?- pregunto Kano.

-No… no se. Busquemos otro lugar.

-Estamos aqui por que es mas facil movernos. Efectivamente, si llegaramos a salir, podemos subirnos a los coches y largarnos. Si estuvieramos en una casa, y hubiera gente afuera, no podriamos llegar al coche. Ademas, aqui hay dos puertas. No estoy obstinado a quedarme, pero no podemos irnos sin tener algo seguro. Nos quedamos sin nada. ?Cuanto tiempo podemos estar en los coches? ?Ocho horas?- dijo Kano.

-Tenemos los botes de gasolina.- recordo Abner.

-Si, otras cuatro horas. No podemos salir. Nos quedamos.

-?Y maniana?- pregunto Richard.

-Maniana vemos. Vamos a cenar y a tratar de descansar.- respondio Kano.

La cena fue un silencio incomodo, interrumpido unicamente por los gritos y los manotazos en las puertas. Subieron las cosas para dormir en el cuarto de la azotea y afuera. Llegaba mas y mas gente. Laura dijo que no dormiria en el coche. Kano le pregunto a Karin si dormiria con el en uno de los autos y ella lo dudo.

-?Y si entran?- pregunto temerosa.

-No van a entrar. Necesitas mas que un grupo de locos para tirar este tipo de puerta. Necesitas una grua, o estrellarte con un camion. Relajate.- dijo Kano un poco tenso.

-Lo que tu digas. ?Entonces le damos el saco a Richard y a Laura?

-Ja, y ella que trataba de alejarse de el. No se como se arreglen para dormir, que vean entre ellos. Lilia tampoco quiere dormir en el coche. Melissa dijo que si dormia ahi con Rover.

Trataron de dormir juntos en el asiento trasero. Buscaron alguna posicion estando cada uno en un asiento, fue demasiado incomodo. Terminaron sentados en el asiento del conductor y del copiloto con los asientos hasta atras. De todas maneras, la multitud de afuera era un ruido poco estimulante. Richard bajo y pidio otra veladora. Karin dijo que era la unica que habia.

-Es un caos haya arriba. Abner discutio con Lilia. Se rehusa a dormir con el. La abuela esta molesta porque no ve nada, y los ninios estan llorando.- dijo Abner.

-Toma, te presto mi encendedor.- dijo Kano. Richard dio las gracias y las buenas noches, y subio.

-?No vamos a ver como estan?- pregunto Karin.

-Yo no. Vet u si quieres.

-Ay no, mejor me quedo aqui.- y lo abrazo.

-?Donde conseguiste el sosten?

-?Te gusto?

-Si, mucho.

-Que bueno.- respondio Karin mirando la puerta sacudirse.

-?De donde lo sacaste?

-De la mama de Serena. ?Seguro que no pueden entrar? !Ve como se azota!

-No, nadie puede entrar. Lo juro. Respira profundo y trata de dormir.

Pasaron los minutos y las horas. Los golpes no paraban; impresionante su insistencia. Kano tampoco podia dormir. Melissa salio y toco la ventanilla. Karin se asusto y volteo sorprendida.

-!Perdon! No queria asustarte. Lo siento, perdon.- dijo Melissa.

-?Que paso?- pregunto Karin.

-Nada… ?Seguro que no la pueden tirar?

-No. Imposible. ?Quieres dormir arriba con los demas?- pregunto Kano.

-Si… ?Esta bien?

-No, solo vas a alterarlos mas. Quedate aqui con nosotros.- dijo Karin.

Enderezaron los asientos para que se pudiera acostar. Rover se metio tambien y se encimo en Melissa.

-!No! !Quitate!- dijo Melissa.

-?Y bien? ?A que jugamos?- pregunto Rover.

-A dormir.- respondio Karin.

-No se puede. Yo me levante tarde, y aunque tuviera suenio, estos hijos de puta no nos dejan. Voy a salir a callarlos.

-Te doy esta moneda si los callas.- dijo Melissa.

-Yo te doy todo mi dinero.- dijo Karin.

-No. Los callo si me dan una cerveza.

-Te las dimos todas. Y no te vuelvo a dar ni una; cuando te desperte en la maniana todavia tenias media botella.- recordo Kano.

-No es cierto.- dijo Rover horrorizado.

-Si. Ahi la deje. Te la doy si haces que se callen.

Al poco rato, bajaron Abner y Laura.

-Avid pregunta por ti.- informo Laura.

-Ahi voy.- contesto Karin. Salio del auto.

-Es imposible dormir.- dijo Abner.

-Aqui se oye mas.- dijo Rover.

-Por mi no hay problema, pero me siento mal por los ninios. La abuela esta llorando.- dijo Abner.

-?Que quieres que haga?- pregunto Kano. Abner tardo unos segundos en contestar.

-Nada…- se fue.

La noche fue un martirio. Karin durmio con los ninios, que por momentos cerraban los ojos y tras un grito fuerte la abrazaban horrorizados. Nadie pudo dormir. Los primeros rayos del sol hacian su aparicion. Todos estaban exhaustos a falta de descanso. Sus oidos no se acostumbraron al ruido de los punios contra el metal. Kano se acerco al porton y miro por debajo. Habia un centenar de pies en cada porton. Subio a la azotea y vio gente luchando por un lugar al lado del porton. Regreso al patio. Abner, Richard y Gibran lo esperaban.

-Tenemos que salir hoy, para conseguir la comida de maniana.- dijo Abner.

-Podemos esperarnos, comer poco y salir hasta maniana.- propuso Kano.

-?Y si no se van? Por lo que se oye puedo asegurar que llegaron mas.- dijo Abner.

-Si, hay mas, en ambos lados esta igual.- rectifico Kano.

-No creo que se vayan.- dijo Rover.-

-Yo tampoco.- dijo Abner.

-?Que quieren hacer?- pregunto Kano.

-No se… podriamos intentar lo que hicimos en el edificio.- propuso Abner.

-Estas loco. Imposible.- aseguro Richard.

-?Por que no?- pregunto Rover.

-No podemos arriesgarnos. ?Y si fallamos? Entran directo a la escalera y jodemos a los que se queden arriba. No.- dijio Kano.

-Podemos cerrar las puertas del pasillo para que no puedan subir.- dijo Abner.

-?Y luego que? ?Los dejamos encerrados en el cuarto de la azotea? No lo creo.- respondio Kano.

-No vamos a fallar.- dijo Gibran- En el edificio lo hicimos bien, y no sabiamos lo que haciamos. Ahora tenemos tiempo para planearlo, y mas espacio para movernos. Podemos dejar solamente el espacio necesario para que entren de uno por uno, y arrastrandose.

-?Como?- pregunto Rover.

-No se… podriamos usar los coches y algunos escritorios.- respondio Gibran.

-Puede funcionar.- dijo Abner.

-No, basta. Ni siquiera lo piensen. No estoy dispuesto a arriesgar a nadie alla arriba, punto.- sentencio Kano.

-Piensalo bien muchacho. Ahora hay un grupo pequenio, tenemos la energia, y comida alla arriba. Si esperamos a que se vayan y no se van, y nos quedamos sin comida, y no dormimos otro dia, no se si lo logremos.- explico Abner. Kano lo medito por un momento.

-!Ya lo tengo!- grito Rover- Los rociamos con gasoline y les prendemos fuego.

-?Que? No, es peligroso.- contesto Kano.

-No, no es peligroso. La puerta no se va a prender, ni los muros. Alejamos los coches por supuesto. En el peor de los casos, se queman los escritorios que usamos para treparnos, y nada mas.- insistio Rover.

-?Cuantos litros tiene cada bote?- pregunto Richard.

-Como cincuenta.- respondio Rover.

-?Tenemos cuatro?- pregunto Richard.

-Si.- contesto Rover.

-Doscientos litros de gasolina. Podemos aventarles papeles para que el fuego dure. Tal vez mesas…- planeo Richard.

-No, la mesa tarda en quemarse. Papel, mucho papel. Tenemos que arrancar todas las hojas de todos los libros y cuadernos que haya. Asi no tenemos que abrir la puerta.- dijo Abner mirando a Kano.

Kano acepto. Los tanques de los autos estaban llenos, y a pesar del olor a quemado, era una seguro para todos. Convocaron una junta y le pidieron a Melissa que cuidara a los ninios en el salon de junto.

-Son seres humanos… !por dios!- grito Cecilia.

-No estamos muy seguros de eso. La gente civilizada no se mata a golpes. Eso es lo que son, animales.- respondio Rover.

-Mira Cecilia, si quieres los dejamos entrar y tu les explicas que no nos dejaron dormir, y que necesitamos salir a buscar algo de comer. Tambien hay ninios alla afuera, para que tus hijos jueguen con ellos.- reto Abner. Cecilia se quedo callada.

-?Alguien mas tiene algo que decir?- pregunto Rover.- Aclarado el punto, necesito una o dos personas en cada salon arrancando todas las hojas. Junten diez hojas o un poco mas y haganlas bola. Las avientan al patio y yo las voy juntando.

-La ropa arde tambien, ?aventamos toda la ropa?- pregunto Gibran.

-No, al mojarlos con gasoline, su ropa ardera.

-Hay que mojarlos a todos, aventarles la gasolina a cubetadas.- dijo Richard.

-Si, yo lo arreglo. Ustedes arranquen las hojas.- ordeno Rover.

Todos ayudaron. Los ninios se divertian. Jamas imaginaron arrancar hojas de libros. Estaban fascinados. Melissa barria y Rover metia las bolas de papel en botes de basura. El movimiento del interior, alboroto a los de afuera. Golpeaban con mas insistencia y mas gente gritaba. El porton se sacudia de un lado a otro.

-Los ninios, Cecilia y los abuelos al cuarto de la azotea. Necesitamos tres escaleras de mesas y escritorios para trepar.- coordino Rover. Bajaron todos los escritorios de los maestros y muchas mesas de alumnus. Construyeron las tres escaleras. Consiguieron siete cubetas.

-Gibran, trae todos los martillos.- pidio Kano. Gibran regreso con una mochila.

-?Que vas a hacer?- le pregunto Rover.

-La no va a estorbar. Probemos con el respaldo de una silla, a ver que tal se prende.- respondio Kano.

Trato de quemarlo con el encendedor, imposible. Le puso un poco de gasoline y este ardio por medio minuto y luego se apago. Probo con mas gasolina en otra silla y esta ardio por dos minutos.

-Si, tienes razon. Mejor que caiga la gasolina en la madera y no en el suelo.- dijo Rover.

Repartieron los martillos y rompieron quitaron los asientos y los respaldos de todas las sillas. Los martillazos eran una invitacion para entrar. El porton se movia tanto, que por un momento Kano llego a pensar que si podrian tirarlo. Terminaron de juntar madera y papel.

-Guardemos la mitad de todo para el otro lado.- dijo Richard.

-Primero aventamos la madera, luego los papeles y al final la gasolina.- dijo Rover.

Al ver la lluvia de objetos, la gente se exalto aun mas. Estaban euforicos, como si fuera agua y estuvieran sedientos.

-Yo en esta del centro, Kano con en la de la derecha y Abner en la de la izquierda, los demas nos pasan las cubetas con gasoline. Llenenlas a la mitad o un poco menos. Avienten la gasolina lo mas lejos que puedan, lo que sobre, lo dejamos caer al otro lado del porton.- dijo Rover.

Terminaron de rociarlosy guardaron dos botes para despues.

-?Listos?- pregunto Abner.

-No, espera. Voy a ver el otro porton.- dijo Kano. Regreso emocionado.

-?Que?- pregunto Abner.

-!Ya no hay nadie! Se juntaron todos aqui. Arrojemos todo de una vez.- dijo Kano.

-?Seguro?- pregunto Rover.

-Si. Los coches tienen el tanque lleno, no importa. Que no quede ni uno de pie. No quiero abrir esta puerta si hay gente afuera.

Arrojaron maderos, papeles y gasolina. Rover prendio una bola de papel y la avento lo mas lejos que pudo.

-!Hay que quitar estos escritorios! !RAPIDO!- grito Kano. Habian olvidado los escritorios que usaron como escaleras. Alejaron todas las mesas y escritorios que habia cerca del porton. No sucedio nada. Rover iba a arrojar otra bola de fuego. Kano se acerco al porton y con el encendedor prendio fuego a un pequenio charco de gasoline que se formo a la entrada. El charco se prendio, Kano dio un salto hacia atras y todos empezaron a gritar. La gasolina salpicada en su ropa se prendio tambien. Abner trato de acercarse, pero Kano lo empujo. Se desnudo en cinco segundos y se pego con las palmas en todo el cuerpo.

-!Estas bien!- pregunto Karin.

-Si, si. No paso nada. Mojen su ropa en el banio. Algunos corrieron al banio y otros se quedaron admirar la tortura. Los gritos de afuera no se hicieron esperar. Eran gritos distintos a los que trataron de acostumbrarse en la noche; eran gritos de alguien que experimentaba el dolor mas grande. Una nube negra crecia para juzgarlos. Kano la miro y sintio que era aplastado. Los gritos lo condenaban. Cayo en sus rodillas y extendio los brazos. Empezo a llorar. Rover estaba en shock, nunca habia oido a alguien ser quemado vivo. Habia un centenar de personas ahi afuera. Karin regreso y cubrio a Kano con una cobija. Lo ayudo a levantarse y luego a Rover. Los jalo y los metio a un salon. Se desplomaron en el suelo y se abrazaron. Compartieron su pena en el llanto. Nadie consolaba a nadie, cada uno buscaba proteccion. Se quedaron asi, castigados por los gritos de los vivos y las voces de los muertos. Afuera ya no habia ruido, pero la gente seguia quemandose y quejandose en sus cabezas. El olor a quemado entraba por sus narices y por sus ojos. La tos de Kano los desperto del trance. Kano se levanto, la cobija se cayo y camino desnudo hasta la puerta. Se arrodillo, se recargo en la puerta y lloro como un recien nacido.

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